La amniocentesis es una prueba prenatal que consiste en extraer una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto para así poder analizarla. La finalidad de la amniocentesis es diagnosticar o descartar anomalías cromosómicas, defectos congénitos o genéticos del niño, como es el Síndrome de Down, espina bífida o la fibrosis quística mediante una muestra de líquido amniótico. No es fácil decidir hacerse esta prueba o no, ya que supone un pequeño riesgo de pérdida fetal o incluso infecciones, que aunque esté por debajo del 1%, ninguna madre desea tener que lidiar con este tipo de riesgo.
Esta prueba se recomienda en embarazos en mujeres mayores de 35 años; a mayor edad, mayor riesgo de que el bebé nazca con una anomalía, también se recomienda en mujeres embarazadas que hayan tenido un embarazo anterior o un hijo con algún defecto congénito o cromosómico, o si hay antecedentes familiares.
A principios del año pasado, se aprobó en España un nuevo test de diagnóstico genético prenatal que ofrece la misma información que la amniocentesis pero a través de un análisis de sangre. Una solución para evitar los riesgos de la amniocentesis, con el inconveniente de que sólo está disponible en centros privados y por un precio de casi 700 euros.
Hacerse la prueba de la amniocentesis es algo que debe decidir la pareja, pero es importante informarse antes para saber en qué consiste, qué diagnostica y los riesgos que esto conlleva. La prueba no debe hacerse a menos que se tengan indicaciones médicas.
Vía: Crecerfeliz.es
Imagen: photosavvy / flickr
¿Os habéis hecho la amniocentesis? ¿qué os parece esta prueba?