El peso y la fertilidad: una relación de enemistad
Las mujeres con sobrepeso y obesidad son ya conscientes de las dificultades que esta condición acarrea. Y una de ellas, que genera mucha impotencia, es la de quedarse embarazadas. ¿Sabes que consecuencias hay detrás de la obesidad y el sobrepeso en el campo de la fertilidad?
Los ciclos de ovulación pueden volverse irregulares, e incluso, en los casos más graves, pueden llegar a desaparecer de forma crónica, complicando aún más el hecho de quedarse embarazada o recurrir a una fecundación invitro.
Puede provocar menopausia anticipada.
Existe un mayor riesgo de aborto, por lo que nos encontraríamos ante un embarazo de riesgo.
Aumentan las probabilidades de los trastornos en caso de embarazo.
Puede provocar quistes en los ovarios, que dificultan el proceso de quedarse embarazada.
La ciencia alarma del gran problema que supone el exceso de peso en el embarazo: los últimos estudios indican que una chica de 20 años con sobrepeso de 15 kilos tiene las mismas oportunidades de quedarse en estado que una mujer de 40 años de peso normal. Una conclusión rotunda que seguro que nos ha dejado a todas de piedra, ¿verdad?
Controlar el peso en la edad adulta es algo que a veces se nos olvida, pero si queremos ser mamás debemos de ser conscientes de la importancia de tener un peso saludable para que el proceso del embarazo vaya sobre ruedas y no tengamos que recurrir tan rápido a las prácticas de reproducción asistida como el embarazo por invitro.
¿Tienen menos probabilidad de éxito las mujeres con sobrepeso en las fecundaciones invitro?
Un estudio realizado en Estados Unidos por la Universidad Estatal de Michigan, que incluyó 150.000 ciclos de tratamiento de fertilidad practicados entre 2007 y 2008 en más de 350 clínicas, arrojó luz sobre cómo afecta el sobrepeso en los tratamientos invitro. Estas son algunas conclusiones a las que llegó:
Las mujeres de peso normal tienen un 43% de oportunidades de quedarse en estado en cada ciclo con sus óvulos propios, dato que contrasta con el 36% de las posibilidades que tienen las mujeres obesas.
Una vez que ya se han quedado embarazadas, las probabilidades de perder al bebé se duplican en el caso de las mujeres obesas.
Y todo tiene una explicación científica: el tejido graso crea estrógenos adicionales que hacen creer al cerebro que los ovarios están en funcionamiento, cuando en realidad no es así.
En definitiva, ahora ya sabes que el peso sí importa, tanto como para quedarte embarazada en condiciones normales como por fecundación invitro. La ciencia lo respalda: la obesidad y el sobrepeso pueden tener implicaciones negativas, como cambios hormonales que interfieran en la ovulación y provoquen dificultades a la hora de concebir. Por lo que perder unos kilos antes de empezar el proceso de embarazo puede ser una idea fenomenal para que las probabilidades de éxito sean mayores. ¡Empieza ya a hacer algo de ejercicio regular y a seguir una dieta bien equilibrada para que tu fertilidad aumente!
Y sobre todo, no dudes en acudir a tu médico, para que te dé todas las pautas necesarias y te resuelva todas tus dudas, para que el embarazo no sea un problema.
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