En plena navidad con vacaciones escolares, mucho tiempo libre y varios días seguidos lloviendo como si no hubiera un mañana, hay que tener recursos a manos para entretener a los niños y que no se suban por las paredes. Porque los míos al menos, un día metidos en casa es peor que encerrar a un león en una caja, o los entretengo o acabo perdiendo la paciencia y con los nervios de punta.
¿Y qué hacer tantas horas con los niños en casa?. Pues tirar de imaginación e intentar distribuir el tiempo para que no se aburren. Sí, vale, que no se dónde leí que aburrirse es muy educativo y tal, pero es que mis hijos cuando se aburren dan por saco, básicamente. O se tiran como monos del sofá abajo o se pegan, así que mejor buscarles entretenimiento, por la cuenta que me trae.
Preferimos pasar nuestro tiempo de ocio fuera de casa y las actividades tecnológicas pasan a un segundo plano. Pero cuando no podemos salir -o no apetece, que también puede ser- recurrimos a ellas como un entretenimiento más.
Sí, a mis hijos, como a la gran mayoría, les encanta jugar con las tablets, a mi mayor incluso con el ordenador y si los dejara se pasarían el día "enganchados", pero al tener la posibilidad de disfrutar de actividades al aire libre o fuera de casa, el tiempo que le dedican es menor. Cosa que agradezco, porque creo que las nuevas tecnologías son muy positivas bien utilizadas, pero el abuso es de todo menos educativo, así que mis hijos las utilizan pero con control, tanto de contenidos como de tiempo.
El mayor es realmente quien juega con la tablet o el ordenador -la pequeña de momento, salvo ver videos de juguetes, es feliz con sus Pin y Pon- y no nos complicamos muchos, o bien usamos aplicaciones gratuitas ya instaladas o páginas de juegos infantiles online. Tenemos algún juego instalado también en el ordenador, por si surge jugar sin conexión a Internet y por tener algo de variedad. Sus juegos favoritos por suerte son los educativos, todo lo que le haga pensar o con lo que pueda aprender le vuelve loco. Así que no se trata solo de jugar por jugar sino de aprender jugando.
Esta mañana por ejemplo se ha entretenido jugando al ordenador mientras yo recogía la casa y atendía a su hermano pequeño. Primero ha elegido un juego sobre geografía europea, en el que debe localizar cada país en el mapa. De esta manera aprende los nombres de los diferentes países europeos, los sitúa en su localización y además trabaja la memoria porque si en una ronda falla alguno, en el siguiente juego ya sabe dónde no tiene que pulsar.
Luego ha seguido con juegos de matemáticas, lógica, series, que le encantan y no solo aprende con ellos sino que potencia la memoria visual, la capacidad de retentiva, la atención y la concentración, entre otros. Tener que recordar patrones o posiciones ocultas, razonar para llegar a la solución de un planteamiento, no solo le ayuda a desarrollar el pensamiento lógico, aprender nuevos conceptos sino que ayuda a centrarse en una tarea y abstraerse de cualquier distracción del entorno, entre otras aptitudes.Y todo ello bajo el paraguas de la diversión, que es un aliciente muy estimulante.
A la hora de que juegue con el ordenador, además de controlar en qué páginas se mueve, elegimos bien el contenido de los juegos: que no sean violentos, no se usen armas, no haya sexo de ninguna manera, no contengan palabras o gestos malsonantes; vamos, que sea un contenido apto para niños, no haciendo excepciones en esto. Preferimos los juegos educativos ante todo y si son en inglés mejor, porque así además refuerza el idioma, pero a veces hacemos excepciones y dejamos que juegue a otros juegos tipo laberintos, tetris, por ejemplo.
La verdad es que hay muchos juegos online adecuados para los niños que, con control y mesura, se pueden plantear como una opción educativa y de entretenimiento más.Y no se trata solo de aprender contenidos y pasar un buen rato jugando, sino además de aprender a gestionar su tiempo y desarrollar autocontrol, que es importantísimo para evitar que el gusto por el juego caiga en vicio y no jueguen a otra cosa. No quiero que mis hijos vivan por y para las "maquinitas" pero tampoco voy a cerrarles las puertas a las nuevas tecnologías, por lo que enseñarles a darles buen uso es parte de su educación.
Así que, dentro de nuestras actividades de vacaciones, entre salidas, paseos, lectura, juguetes, juegos de mesa y películas infantiles, las nuevas tecnologías forman parte de nuestros recursos de entretenimiento. Aprenden, se entretienen, disfrutan y eso me permite, además, tener un momento de tranquilidad para poder hacer mis cosas, aunque sea mirar al techo, que no deja de ser una gran ventaja.