Así que empecemos!
Junto con Will amamos a nuestros sobrinos, amamos compartir con ellos y ver sonrisas en su rostro, por eso aprovechamos el cumpleaños de Will para pasarla en grande con los pequeños y que mejor que un lugar lleno de magia y diversión.
Todo empezó el día anterior cuando pedí permiso a los papitos de llevar a los peques a celebrar el cumpleaños de Will, ellos extrañados por celebrarlo con los peques dijeron que sí, solo había un pequeño problema y era que la peque no quería ir sin sus papitos y menos si no sabia a donde iba, por esa razón la mamita le mostró fotografías y ella al ver que habían animales salvajes como leones, elefantes, cocodrilos, sin más dijo que si.
Llegó el día y muy temprano los recogimos a los dos, ya que en la mañana yo debía trabajar, los niños ansiosos decían “yaaaa por favorrrrr, ya queremos ver animales”, a medio día íbamos camino a Jungla Kumba, donde nos recibe una enorme fachada de roca con un elefante en ella; al ingresar al restaurante nos encontramos con una tienda de animales de peluche y detallitos para recordar el lugar y esto hizo que los peques empezaran a emocionarse cada vez mas, pasamos la recepción y OH! ¿quien detiene la emoción de estos niños?, nadie! cruzamos un puente donde habían “peces reales” como ellos mismos dijeron, estando ahí entre ramas, peces y una profundidad del espacio realmente salvaje nos ubican en nuestra mesa reservada, y los que tienen pequeños sabrán la emoción que causa en ellos llegar a un lugar mágico donde la diversión y los animales se juntan.
Duramos casi 15 minutos intentando pedir nuestras entradas y plato fuerte, porque ellos no decidían lo que querían, y no me van a creer, dicen que a los niños no les gusta la sopa, ¿? lo cual es totalmente falso! los niños aman la sopa y la peque pidió crema de pollo, lo cual nos impactó porque ni siquiera nosotros pediríamos algo así, y el peque pidió fijándose en la imagen del plato que tuviera caritas o formas de animales, y así pidió un Kuku Tender (papas a la francesa con pollo apanado y salsa miel mostaza) asegurándose de preguntarle a nuestro mesero que forma tenía el plato y el feliz confirmó que era en forma de pulpo.
Mientras llegaba el plato de ellos, Will y yo no podíamos dejar de disfrutar del lugar y obviamente su comida, ordenamos de entrada Mozarella Sticks (dedos de queso apanados con especias de la casa y salsa miel mostaza) y Potato Skins (cascos de papa dorada rellenas de queso cheddar, colby y tocineta) y no podíamos creer la cantidad de comida que había en la mesa sin aún pedir nuestro plato fuerte.
Disfrutando nuestra entrada y los peques queriendo ya salir de la mesa a divertirse en el lugar, llegó nuestra comida, unas deliciosas (realmente para chuparse los dedos) BBQ Ribs, quiero contarles algo, este plato viene en dos presentaciones 400gr y 750gr, adivinen cual pidió mi Amorsito, efectivamente 750gr, así es Will. Para mi un delicioso Salmón Parrilla que disfruté en cada bocado, para beber jugos naturales, y la limonada de coco ahora de mis favoritas. Justo al terminar nuestro mesero nos invita a subir a los juegos y actividades para ellos
Inmediatamente después de miradas de ternura y gritos de alegría subimos al tercer piso donde los niños quedaron encantados, con piscina de pelotas, donde por cierto, el niño ayudaba siempre a la chiqui y la cuidaba, habían maquinas de juego, y las dos actividades que más les gustó, hacer galletas y pintar cerámicas, pero esperen, creo que debo contarles estas dos experiencias ya que fueron realmente hermosas y sobretodo de aprendizaje no solo para ellos sino para nosotros también.
Hacer Galletas, toda una aventura manual donde crean habilidades motrices en ellos y les enseñan de una forma divertida (tan divertida que querían llegar a casa a seguir horneando), fue hermoso verlos con sus delantales y manitas llenas de harina, pero lo mejor fue ver como la chiqui era tan delicada (su esencia de mujer), como media cada dulce, cada espacio, cada detalle (no quiere decir que los hombres no sean cuidadosos jajaja), y el chiqui aplastaba, amasaba con fuerza y con actitud, disfrutaron muchísimo este momento decían era su favorito y créanme, el de nosotros también lo fue.
El Marrano Bonito y el Rinoceronte Lindo los nombres que pusieron a sus cerámicas, donde con la ayuda de un guía iban pintando a su manera con sus colores favoritos sus cerámicas las cuales amaron, la chiqui parecía Brito jaja pintando por secciones en diferentes colores súper cuidadosa y el pequeño cual arte contemporáneo haciendo sus pincelazos, cada día los niños nos sorprenden más con su hermoso empeño en hacer las cosas y el amar cada punto, plano y línea.
Antes de bajar a tomar el postre nos hicieron una fotografía que exhibimos orgullosos en casa, es algo hermoso, siendo en croma (pantalla verde), lo cual es difícil imaginarse la cara, el gesto o el movimiento, los niños se metieron en su papel y decían “el elefante está botando aguaaaaa! nos moja!” que imaginación más grande y absolutamente bella, mientras que Will y yo jajaja mejor vean la foto y juzguen ustedes.
Bajamos y ellos con pilas sin fin querían comer helado y seguir jugando, por lo tanto pedimos copas de helado de frutos rojos, mientras ellos comían la peque dijo “Quiero divertirme mucho mucho más”, realmente nos asombró la energía de estos pequeños, así que sin más charla subieron nuevamente a jugar un rato mientras yo disfrutaba de una malteada de arequipe deliciosa, me dejaron sin energía.
Al bajar ya nos íbamos y fue el momento donde mi chiquito dijo “Este es mi parque y comida favoritos” “nos vuelven a traer por favor?”, allí nos dimos cuenta que no se trata de solo comer y que el espacio sea agradable, sino de generar experiencias y recuerdos inolvidables, y así fue, Jungla Kumba nos recordó lo que es ser niños y nos enseñó a no parar de divertirnos y obvio a comer comer en grandes porciones de manera salvaje y a los peques a disfrutar cada rincón, cada espacio y amar más a sus tíos jajaja no es increíble?
Si vale la pena? puedo decirles que sí, este restaurante me sorprendió, fue más allá de mis expectativas, y los niños terminaron felices y gorditos, bueno y también dormiditos.
Aquí les dejo la pagina web donde pueden ver los lugares donde pueden vivir esta experiencia y los precios del menú.
www.JunglaKumba.com
Recuerden, nunca dejen de ser niños y disfruten al máximo cada tiempo con ellos, edúquenlos y enséñenles que la diversión y la felicidad no está en la situación sino en la forma que lo vivan, Nos veremos en otra aventura en Uncles Time!, por que el amor de dos tíos es imparable!