A mi hijo le encanta el agua en todas sus presentaciones: ríos, cascadas, lluvia, charcos y cualquier recipiente en el que pueda disfrutar de un buen chapuzón.
Buscar lugares donde pueda divertirse sin coger un resfrío o que sea lo menos peligroso para un crío de 2 años ha sido todo un reto.
Mi esposo y yo somos amantes de los lugares campestres, sin embargo nos hemos topado con la penosa realidad de que los lugares que más nos gustan son caros o están ubicados lejos de la ciudad, y ustedes saben que no es sencillo entretener en carretera a los peques por más de un par de horas y pues tampoco es una prioridad en nuestra vida gastar en resorts.
Así, nuestras opciones de salidas en familia se reducían poco a poco. Entonces, como una de mis múltiples profesiones ocultas es la de ser operadora de turismo, me puse a investigar qué podía hacer con mi pequeño pero que no quede lejos de la urbe. Para mi sorpresa he sido muy buena en esto, já! Mi compañero infallable, google maps, hizo un excelente trabajo mostrándome este lugar tan increíble en precio y distancia.
Quiero platicarles de este lugar que me pareció lo máximo pues abarca las condiciones ideales para pasar un día de campo con piscina, comida y clima agradable con comida deliciosa, juegos y piscina!
Ubicado en Guayllabamba a sólo 20 minutos de Quito se encuentra el restaurante llamado La Casa de Teja.
¿Cómo llegar a la Casa de Teja?
Llegar es super sencillo, sólo hay que tomar la Panamericana Norte, luego la ruta hacia el zoológico de Guayllabamba y muy cerca al estadio se encuentra este estupendo sitio.
Aquí te dejo el mapa en Google Maps de cómo llegar: https://goo.gl/maps/qZhiaqU1dTX1dGJr8
Nuestro paseo a la Casa de de Teja con los niños.
Llegamos con el sol de las diez de la mañana y ese calorcito de valle que nos invitaba a querer tomar una cerveza, una que otra picada y relajarnos a orillas de la piscina. Al entrar nos recibió el dueño con una sonrisa amigable y acogedora. El restaurante es una casa grande adaptada a las necesidades del negocio sin olvidar la calidez de hogar y en la parte de atrás se encuentra la piscina al aire libre con jardines y árboles alrededor.
Después de jugar fútbol con mi hijo y corretear por los juegos infantiles decidimos probar la piscina así que mi pequeño güilli güilli se lanzó al agua a desarrollar sus destrezas acuáticas claro, como toda mamá primeriza le tome fotos hasta que mi teléfono se descargara.
La piscina no es temperada pero si es un día soleado en Guayllabamba no es problema, de hecho, provoca aún más meterse al agua a refrescarse; siempre cuidando que nuestros hijos no se sientan incómodos. Hay una piscina pequeña del tamaño de un jacuzzi para los niños y contigua a ésta se encuentra la piscina para adultos que es honda en la parta opuesta.
Luego de tanto juego el hambre se hizo presente. Decidimos almorzar y nos trajeron los platos que previamente solicitamos nos prepararan, así que sólo nos sentamos a disfrutar del rico festín frente a la piscina. También cuentan con mesas y sillas de comer para niños pequeños dentro de la casa pero nosotros decidimos aprovechar y comer al aire libre.
Mira más info acerca de la Casa de la Teja aquí: https://www.facebook.com/lacasadetejaGuayllabamba/
Lo mejor de todo es que la entrada a este hermoso y acogedor lugar, sólo cuesta lo que se consume en el restaurante y eso da el derecho a usar las instalaciones.
La comida es deliciosa y se puede escoger varios platos a la carta. El costo de los mismos oscila entre $9 y $15 dólares pero también tienen un menú para niños con un platillo especial del día para los chiquitines. En el caso de mi hijo, le llevamos su sopita y allí nos calentaron sin ningún problema.
Como recomendación, es necesario llevar ropa cómoda para clima cálido pues la temperatura fluctúa entre los 19°C y los 28°C, pero también un buen sweater si se van a quedar hasta tarde; además, sombrero o gorro, protector solar y repelente para mosquitos es indispensable, aunque si son madres lunáticas como yo que creen que hay que llevar en la pañalera todo para un posible apocalipsis, entonces ignoren esta precaución.
¡Adiós al gentío!
Este increíble lugar aún permanece como un sitio poco visitado por lo que fácilmente nos sentimos dueños de la residencia. Ya entrada la tarde empezó a llegar gente pero aun así el sitio se presta para sentirse como en casa. Según nos explicaron, en el predio se están habilitando más distracciones como una laguna pequeña con peces, un espacio verde para hacer deporte con los pequeños y una huerta en la parte posterior.
Para ver si instagram haz click aquí @lacasadetejaguayllabamba
Antes de dejar el lugar y con el permiso del administrador pudimos cosechar un par de aguacates y dos que tres limones. Así que pronto haré unos nachos con guacamole y unos limones con tequila están todos invitados! Eso sí, no se olviden de visitar el lugar y contarme como les fue, o quizás nos encontremos allá, pues de seguro repetiré la experiencia.
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