Desde TUMINIYO hace día que venimos anunciando la llegada de Halloween. El otro día hablamos de sus orígenes y de los disfraces. Hoy os proponemos una manualidad muy interesante y muy a la medida de estas fiestas. A continuación encontrarás todos los pasos necesarios para realizar una calabaza de Halloween con tu hijo o hija. Una calabaza que será la envidia de todo el vecindario.
Materiales que necesitamos
Una calabaza.
Un cuchillo.
Una cuchara grande.
Un rotulador
Una vela
Manos a la calabaza
Colocamos nuestra calabaza en una mesa de trabajo que previamente hemos protegido con unos plásticos o, simplemente, con papel de periódico. Con el cuchillo cortamos la parte de arriba. Ya tendremos la tapa redonda de la calabaza.
Por esa abertura, y con la ayuda de una cuchara, vamos a vaciar la calabaza. Tenemos que sacar la pulpa y las semillas del interior, dejando sólo 3 centímetros de piel y carne.
Toca hacerle una cara
Con el rotulador, dibujamos en la calabaza sus ojos, nariz y boca, lo más terroríficamente posible. Lo “tradicional” es hacer la nariz y los ojos con triángulos y la boca en zig zag.
Ahora cortamos todas las piezas con la ayuda del cuchillo, siguiendo las líneas que hemos dibujado.
Ya tenemos nuestra calabaza hueca y con sus rasgos recortados. Ahora para que de más miedo, podemos colocar una vela dentro para que la Noche de Halloween todo el mundo la pueda ver en la oscuridad.
Ahora es el momento de demostrar la creatividad de cada uno/a. Aquí os hemos explicado el procedimiento. Vosotros tendréis que echar mano de la imaginación para crear la expresión más horrorosa u original , e incluso para escoger el mejor lugar para colocarla.
Por cierto, ¡cuidado con dejar la vela encendida! ¡No queremos sustos! Antes de irnos a la cama, asegurémonos de apagarla.
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