Siempre he escuchado a mis padres decirme la frase ?cuando seas padre comerás huevos? sin saber muy bien que significaba, ahora entiendo a la perfección esta frase. Hay cosas que solo se entienden cuando eres madre, las penas, las alegrías, los miedos, la paciencia (que ya tenía y que no me explico de donde saco más).
Desde que se tiene hijos toda precaución es poca, daríamos la vida por ellos, por hacerlos feliz y porque no les ocurriera nada de nada, por eso esta semana voy hacer un poco más feliz a mi pequeña. Hace un tiempo descubrí un libro que me parece maravilloso ?La puerta del ratoncito Pérez?. Por esa puerta entrara este fantástico ratoncito cuando a mi princesa se le caiga un diente para llevárselo y dejarla un regalito de agradecimiento por ese diente.
Aún recuerdo cuando de niña se me caía un diente y por la noche lo ponía debajo de mi almohada. Por la mañana, cuando abría los ojos lo primero que hacía era mirar debajo de ella a ver si el ratoncito Pérez había pasado por ahí. Y sí, me había dejado mi regalito, siempre me dejaba 100 de las antiguas pesetas (madre mía que vieja soy ;). Ese momento era mágico para mí y pretendo que mi niña tenga también ese momento. Con la puerta del ratoncito Pérez intentare que mi princesa deje volar su pequeña imaginación y que su momento sea tan mágico como era el mío.
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