Imagen de Marisa Sias
Reconozco que tengo pasión por los libros, sigo prefiriendo los libros en papel. No se si es nostalgia, costumbre o lo fácil que me resulta no tener que estar dependiendo de un cargador y un enchufe. Tienen la magnífica cualidad de no descargarse nunca, ¡no consiguieron aplicarles la obsolescencia programada!
Pero ¿cómo compaginar mi pasión por los libros con la ecología?. Hay varias maneras, os cuento las técnicas que a mi me funcionan.
- Voy semanalmente a la biblioteca pública. Es genial poder tener a tu disposición miles de libros gratis, ojearlos, anotar lo que te interesa y llevártelos a casa para disfrutar de ellos durante tres semanas.
- Me encanta pasar por los puntos de bookcrossing para ver si hay algún libro interesante.
- Cuando busco un libro clásico que quiero que permanezca en mis estanterías como libro de consulta acudo a las librerías de segunda mano. ¡Hay auténticas joyas! Hoy ha sido uno de esos días. Llevaba tiempo queriendo el libro de "1080 recetas de cocina de Simone Ortega", todo un clásico que creo que merece la pena conocer y reinterpretar en mi cocina. Pero en las librerías cuesta unos 20 euros. Así que pasé por una librería de segunda mano con la esperanza de que tuvieran allí ese clásico que lleva desde 1972 acompañando la cocina de muchas casas y restaurantes de España. Y ¡Bingo! allí estaba, una edición de 2002, en perfecto estado que se ha venido conmigo por 2 euros.
Los libros que ya no utilizo o no me interesan también tienen una segunda, tercera o cuarta vida. Cada cierto tiempo reviso mis estanterías y suelo donar o regalar los libros que ya no son de mi interés. Los últimos los doné al colegio de mis hijos. Pero también podéis venderlos en tiendas de segunda mano. La ganancia no es mucha, pero siempre será más que si están ocupando espacio en casa. Aunque yo prefiero regalarlos.
¿Cuales son vuestros consejos para dar muchas vidas a los libros?
Nuria Benito
CreoEduco.