Tengo derecho a estar cansada.
Tengo derecho a estar triste o estar alegre.
Y tengo derecho a llorar cuando me da la gana.
No he tenido un buen fin de semana.
Vivo en un ático y he tenido humedades en dos de los agaterados de la casa, concretamente en la cocina y en la habitación principal. Hemos luchado mucho tiempo para que nos lo arreglase, aproximadamente unos 2-3 años desde que nos quejamos por primera vez a la comunidad y finalmente han venido a acabar de arreglarme los techos el jueves y viernes.
El jueves rascaron las humedades y dieron yeso y cemento para cubrir los agujeros. Me pegué la paliza de vaciar la habitación para dejarla lista para que pintasen al día siguiente. Mal por mi.
Ya el viernes lucieron las paredes y pintaron, al lucir han levantado mucho polvo, más de lo que aparentemente parecía, porque al pasar los trapos del polvo había polvillo por todas las rendijas del cabecero de la cama, claro estando así como para no limpiar a fondo…
Total que el viernes montamos el campamento en el salón porque no había quien parase en la habitación con el olor a pintura. Era pintura al disolvente.
Ya tenía planeado dedicarme el sábado por la mañana con la luz del día a limpiar, pero hacía muy bueno y surgieron otros planes que aprovechamos. Lo dejamos para mañana…
Domingo. Estaba súper cansada sobre todo por haber dormido el día anterior en el sofá sin encontrar postura y esa noche me habían dado de nuevo las 2 y pico de la mañana en el sofá antes de trasladarme a la cama. Como cuesta levantarse…y más sabiendo que te espera limpieza.
Me centré en la habitación. Yo sola. Mi querido marido se escaqueó con mucha habilidad desde bien temprano dejándome para mi solita todo el marrón. Empieza mi enfado y consecuencia llorera 2 mientras colocaba la ropa del armario.
He oído mil veces la frase de “estar embarazada no es una enfermedad” he leído post en vuestros blogs y sus comentarios. Ahí va mi opinión.
Estar embarazada NO es una enfermedad, evidentemente que no. Pero NO estamos igual que antes de quedarnos embarazadas.
Nuestro cuerpo cambia por fuera, pero también por dentro! Y lo digo alto y claro para que se entere todo el mundo. Aunque queramos NO podemos hacer los mismos esfuerzos que antes porque nuestro cuerpo no nos lo permite.
En mi caso para colocar la ropa me tengo que subir en una escalera de pintor, porque a la balda del medio medio llego pero ya empieza a tirarme la barriga (y eso que tengo poco) pero por dentro noto los calambres cuando me estiro. Imagínate para alcanzar el altillo.
Pues cada vez que subía y bajaba las escaleras, me entraban taquicardias, me sentaba en la cama esperaba 1-2 minutos y hacía otro viaje.
En nuestro estado bombeamos un 20% más de sangre en nuestro cuerpo, de ahí que muchos días se sangre por la nariz o las encías nos sangren más de lo habitual. Por lo que cuando hacemos más esfuerzo de lo normal nos entra fatiga o taquicardia porque estamos forzando el bombeo aun más. No es peligroso, pero si te causa esos síntomas. Tu cuerpo te pide menos esfuerzo.
No estoy enfadada solo por lo de este fin de semana, estoy enfadada por todo.
Estoy muy contenta: os lo juro! pero en ocasiones me encuentro triste, y tengo muchas ganas de llorar. Sé que mucho son las hormonas que me atacan por ahí, pero otras es rabia, de que los que más me conocen no cuiden esos detalles. Hablo en general, mi marido, mi madre, mi tía… como soy fuerte siempre puedo con todo, pero a veces necesito que los demás se empiecen a ocupar de cosas y no que llegue el día que yo explote.
Mostrar ayuda o interés sin pedirlo.
¿Creo que no es tan difícil, no? Que igual hoy estoy muy torcida.. . Pero es que a parte de agarrarme anoche la llorera 3 me he levantado fatal para ir a trabajar, no me responde la pierna derecha, me pincha la ingle y al avanzar andando me duele un montón, me duele la espalda, en la parte de abajo casi llegando al culete, esto creo que es por el colchón, tengo que darle la vuelta. Y no he acabado… creo que he vuelto a retomar mi infección de orina, porque ayer he ido mucho al baño y escuece un poco.
Estoy literalmente hecha una mierda.
Aun así no puedo olvidar que tengo un bichito dentro y me hace dibujar en mi carita la felicidad extrema.
Buen lunes.