Hay quien elige esta forma de dormir porque no le queda más remedio y es que no es fácil dejar a un bebé en su cuna llorando cuando se siente desprotegido ni levantarse 200 veces en una noche a calmarlo. Y, por supuesto, también hay quienes no estén a favor de meter a los niños en la cama de matrimonio. Como siempre, lo mejor es ser fieles a nosotros mismos y hacer siempre lo que nos salga del corazón.
En nuestro caso, como os decía, fue algo que queríamos y en lo que creíamos y hasta el momento nos ha funcionado de maravilla. También puede ser que dentro de 18 años me pase por aquí a deciros que no hay quien la mueva de nuestro lado, aunque llegado ese momento no sé si sufriré porque no se separe de nosotros o por todo lo contrario jajaja
Y donde caben dos, caben tres y… ¡hasta cuatro! Y es que Lolita no tardó mucho en querer unirse a la fiesta. Empezó pidiendo permiso alguna noche y, exceptuando las noches de mucho calor, ya es una habitual en nuestra cama. Me hace muchísima gracia Alma, porque una de las primeras cosas que hace al despertarse por la mañana es buscarla con el pie o preguntar por ella si no la ve. La abraza, se sube encima de ella como si fuera su caballo y remolonean hasta que ellas quieren. Es una gozada verlas juntas, siempre os lo digo porque es lo que realmente sentimos. Quienes tenéis niños y mascotas en casa seguro que me entendéis perfectamente.
¿Y qué pasa con las siestas? Pues alguna vez hemos conseguido que se durmiera en su cuna o en la cama-casita, pero sin duda donde se siente más a gusto y donde le apetece estar es en la nuestra. Desde hace ya bastantes meses se baja ella solita cuando se despierta y viene a buscarme para avisarme de que la siesta (y mis minutos de relax) ha terminado.
Nueva decoración tropical
Hace unos días nos llegó este conjunto de funda nórdica y sábanas que elegimos en la web de Sokios. Ya sabéis que últimamente estoy muy botánica, así que no fue difícil decantarme por este modelo de la última colección Tropic.
Lo que más me ha gustado, además del diseño, es el tacto sedoso del algodón 100% Es como dormir envuelta por esas sábanas carísimas de un hotel de lujo, aunque alguna noche me despierte al borde del precipicio al que me han desplazado mis fierecillas jajaja
Lo mejor de sus diseños es que están realizados íntegramente en España, no contienen sustancias nocivas, respetan el medio ambiente y, además, casi todos son reversibles por lo que en nuestro caso tenemos una ‘cara B’ para cuando queramos optar por un look total white.
¿No os parece una auténtica pasada? ¿Qué opináis vosotras del colecho? ¿Estáis a favor o en contra de compartir cama con vuestros polluelos?
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