En el mundo es bastante normal que los bebés y niños lleguen a tener infecciones estomacales debido a parásitos intestinales, como los oxiuros, al ingerir sus huevos por accidente.
Las lombrices intestinales son gusanos diminutos que infectan el aparato digestivo. Son muy comunes entre los niños de 5 a 14 años y se producen por la ingesta de larvas microscópicas que permanecen en las manos.
Las lombrices afectan a 10 de cada 100 niños aproximadamente. Son parásitos microscópicos de color blanquecino que se encuentran en la parte más baja del intestino, produciendo ciertas molestias en los niños que las padecen. Llegan al organismo a través de le boca, y en 4 o 6 semanas se desarrollan en el intestino. Las hembras ponen los huevos en la zona anal, que eclosionan unas pocas horas después.
Los síntomas se inician al mes de haberse producido el contacto, con un picor alrededor de las zonas anal y perianal. Además el niño puede mostrar pérdida de apetito, dolor al orinar, gusanos en las heces y erupciones cutáneas.
Para su tratamiento, así como para su prevención existen medicamentos específicos. Es necesario que todas las personas que se encuentren el contacto con el niño también lleven a cabo una higiene rigurosa (manos, uñas y ropa a 60-90 grados), a la vez que debemos intentar que el niño no se meta las manitas en la boca ni ningún objeto.
Ante cualquier duda, lo más aconsejable es acudir al pediatra y el nos ayudará con el tratamiento y las pautas que debemos seguir para su cura y su prevención.
¿Tu hijo ha tenido lombrices? ¿Cómo fue tu experiencia?
Foto: mikinder.blogspot.com