Cuando mis hijos estaban en la tripa, nosotros les cantábamos mucho. Elegimos una canción muy característica y te puedo asegurar que nada más nacer cuando lloraban, se la cantábamos y se relajaban. Ahora todavía se la seguimos poniendo en casa y en el coche, porque les encanta.
Es importante rodear al niño en un ambiente musical de calidad, éste puede empezar en la familia, pero está claro que en la escuela debe recibir también una buena educación musical. Ya no sólo se trata de escuchar música, sino también de darle a conocer instrumentos escolares infantiles que les permita desarrollar su interés por la música.
¿Qué beneficios aporta la educación musical?
Son numerosos los beneficios que aporta la música en el desarrollo y la educación infantil. Aquí te muestro algunos de los más importantes:
Desarrollo de habilidades motoras: el estudio de instrumentos, permite un control de la coordinación de los movimientos y del ritmo.
Favorece el desarrollo del lenguaje: a través del aprendizaje de las letras de las canciones se adquiere vocabulario nuevo y se mejora la pronunciación.
Refuerza la concentración: está demostrado que aquellos niños que han recibido formación musical, han desarrollado mayores capacidades de concentración, son más constantes y tienen una mayor disciplina y afán por superarse.
Incremento de seguridad en uno mismo: la práctica, el compartir la música con otras personas (ya sea con compañeros de clase o en conciertos) hace que uno incremente su seguridad en sí mismo, aumente por tanto su autoestima y se sienta motivado.
Fomenta la creatividad: y la agilidad mental, permitiendo a su vez mayor resolución de problemas y mayor rapidez en resolverlos.
A nosotros siempre nos ha gustado mucho que nuestros hijos reciban una educación musical. De hecho nuestra hija desde que era un bebé con unos poquitos meses, iba a clases de música para bebés. Nosotros como padres asistíamos con ella. Dependiendo de la edad de cada bebé, estimulaban o desarrollaban características distintas. Los más mayores podían coger instrumentos y moverlos (como unas maracas, una pandereta) y otros simplemente disfrutaban de los sonidos.
Actualmente mi hija Paula sigue recibiendo clases de música, en donde prácticamente lo que hacen a parte de conocer instrumentos, es jugar y bailar al ritmo de la música. Conocen los diferentes sonidos y con su cuerpo tienen que expresarlos. Además hacen juegos muy divertidos. El año que viene nuestro hijo también irá a esas clases, porque nos encanta y además hemos visto que Paula disfruta mucho.Cuando una semana tiene que faltar por cualquier motivo, nos pregunta constantemente cuándo podrá volver a ir a música.
¿Te gusta que tus hijos reciban educación musical? ¿Tienes instrumentos musicales en casa?
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