Puede sonar a tópico, pero es una de las más importantes conclusiones que se extrajeron en la ‘V Jornada Científica de la Asociación para la Salud Mental Infantil de Valencia’, hace tan sólo unos meses:
Los problemas psicológicos por los que atraviesa una mujer embarazada, tienen una repercusión directa en la salud mental del bebé en su llamada ‘primera infancia’.La conexión entre madre e hijo cuando éste se encuentra dentro del vientre materno, es tan brutal que el feto no sólo nota lo que le ocurre a la madre, sino que lo padece, y puede acarrearle problemas graves a largo plazo.
El médico y coordinador de esta iniciativa de investigación, ha lamentado en alguna ocasión el gran vacío que existe en cuanto a estudios científicos en materia psicológica y emotiva. Y es que el hecho de que las mujeres embarazadas visiten con frecuencia al ginecólogo y centren casi todo su esfuerzo en su bienestar físico para beneficio del bebé, dejan el aspecto psicológico en un segundo plano, a veces sin quererlo.
¿Qué se puede hacer para prevenir el impacto de un trauma en el futuro bebé? Los expertos son contundentes: no tenerlos, evitarlos directamente. ¿Cómo? Siendo conscientes de que el ambiente que rodee a madre y a hijo ha de ser tranquilo, reduciendo en la medida de lo posible los factores que puedan generarle preocupación, dudas, miedos… Todo esto resulta bastante sencillo.
Tomad nota, futuras mamás, porque la salud mental de vuestros bebés, está en juego.