¿Cómo educar con menos recursos?
Acaba de comenzar un nuevo curso escolar y he querido bucear en la imagen que tienen los docentes en esta época de recortes en los sectores más importante de la sociedad. Parece que nuestros actuales políticos, estén empeñados en empeorar a toda costa el sistema educativo y el sistema sanitario, entre otros. Me he encontrado con este análisis crítico y reflexivo acerca de la figura y la imagen social del maestro desde los tiempos pasados hasta los inicios del siglo XXI en la Revista Infancia y educación. Merece la pena leer a estos autores.Francisco Imbernón Muñoz, Beatriz Jarauta Borrasca y Zoia Bozu .
Y ha sido en el siglo XX cuando se ha producido la escolarización obligatoria universal, o sea, la estancia de todos los niños y niñas en las escuelas, aspecto que además ha ido aumentando de manera paulatina. A nivel retórico tenemos una escuela para todos pero la escuela aún no ha sido capaz de transformarse de manera coherente y sigue siendo, en realidad, para unos pocos. Todos los niños y niñas acceden a ella, pero sólo unos pocos logran sacar partido de la gran oportunidad que la escuela debería representar para todos. Necesitamos buenas escuelas capaces de educar a los niños que carecen de la voluntad y aptitudes suficientes, que no tienen las mejores condiciones de partida ni familias que puedan ayudarles (Tonucci, 2011). Y esto se está consiguiendo, poco a poco, con un gran esfuerzo por parte de los docentes. No es lo mismo enseñar a una minoría, más o menos homogénea, que a una gran cantidad de niños y niñas muy diferentes. Pero no únicamente ha sido la escolarización lo que ha obligado a los maestros a cambiar la forma de educar sino también las reformas educativas, los vaivenes de la organización escolar, las nuevas tecnologías, etc. Un esfuerzo, a veces, poco reconocido profesional y socialmente.
Para completar lo dicho, y aprovechando que comenzamos un proyecto de Atención a la diversidad en el Instituto PROYECTO COMUNITARIO DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD (a pesar de los recortes), he estado leyendo Pensando en el futuro de la educación.Una escuela para el siglo XXII, Jarauta e Imbernón (2012), en el que Francesco Tonucci ha descrito las características de una escuela de mañana:
De la escuela para unos pocos a la escuela para todos.
Una escuela bella para poder sentirse bien en ella. El dice bella y no necesariamente tiene que ser un escuela rica en recursos materiales.
Una escuela rica. Estímulos, fascinación por el saber, distintos espacios(no solo el aula)
Una escuela para escuchar. Los niños escuchan pero tambien el adulto escucha a los niños.
Una escuela abierta al mundo, al mundo de los estudiantes y al mundo exterior.
Una escuela de muchos lenguajes, más allá de los lenguajes formales, debe proponer otros formatos: lenguajes creativos, expresivos,...
Una escuela de la diversidad, en la que tendrán cabida los iguales y los diferentes.”No existe mayor injusticia que considerar iguales a los desiguales” (Jarauta, Imbernon, 2012 pag. 68).
Una escuela de las excelencias. Cada persona tiene un campo de exelencia, algo que puede hacer mejor que los demás, y por tanto le proporciona felicidad y satisfacción. La escuela debe ayudar a las personas a encontrar su campo de excelencia.
Una escuela científica, de pensamiento crítico.
Una escuela de la creatividad, evitando repeticiones, estereotipos y dogmas.
Revista de Infancia y educación. LA FUNCIÓN Y LA IMAGEN SOCIAL DEL PROFESORADO
Francisco Imbernón Muñoz . Universidad de Barcelona. fimbernon@ub.edu.
Beatriz Jarauta Borrasca .Universidad de Barcelona. bjarauta@ub.edu.
Zoia Bozu . Universidad de Barcelona. zoiabozu@ub.edu
Beatriz Jarauta, Francisco Imbernón(coord.) 2012, Pensando en el futuro de la educación, barcelona, Grao.