Una de las primeras entradas que publiqué en el blog fue qué llevar en la bolsa del hospital. Hoy retomo el tema reafirmándome en algunas cosas y desechando otras. En otras palabras, hoy te cuento lo que sí que llevaría y lo que no, como equipaje al hospital. Si estás a las puertas de verle la cara a tu mini, quédate y lee con atención.
Qué llevar (y qué no) en la bolsa del hospital
Lo que sí
Toalla
Si no tienes, te darán una. Pero personalmente me siento mejor secándome en mi toalla. Para estos casos vienen muy bien unas muy finitas (de micro fibras) que se secan rápido y ocupan lo mínimo. Las hay en varios tamaños y colores.
Ropa interior
Según como haya ido todo, querrás ponerte tu ropa interior o preferirás usar la que te dan en el hospital. Me explico. En el hospital te facilitan una especie de braguitas feísimas y tamaño XL cuya función principal es la de sujetar la compresa (también XL) que necesitarás. Pero aquí viene la buena noticia: puede ser que al segundo día esto ya no lo necesites. En este caso, te alegrarás de tener tu propia ropa interior con la que estarás más cómoda. Yo en tu caso echaría un par de mudas de más porque al fin y al cabo, tampoco ocupan tanto.
Respecto a las partes de arriba, llévate alguno de los sujetadores de lactancia que te hayas comprado. A mí me resultan también muy cómodas las camisetas de lactancia, con sujetador incorporado. La ventaja es que si te subes el jersey que lleves puesto, no se te queda la barriga al aire.
Ropa cómoda
Piensa que estarás tres noches en el hospital. Para el día, yo me llevé unos pantalones de algodón sueltecitos y cómodos. Piensa que tu barriga no se habrá ido del todo, por lo que mejor llevarte unos que antes del embarazo te quedaran grandes. En mi caso no podía ver más los pantalones pre mamá, pero los míos no me entraban. Así que me compré unos de este estilo que al combinarlos con un jersey no quedan tan deportivos. Para la parte de arriba, camisetas de algodón (yo uso mucho las de manga corta o sin mangas y con escote de H&M) y un jersey suelto y de algodón por arriba.
En el hospital hace más bien calor, así que yo dejaría los jerseys de lana en casa. Eso sí, echa un par de calcetines calentitos, unas zapatillas con las que estés cómoda (y sean fáciles de poner sin tener que agacharte) y un chal o similar abrigado por si te diera frío.
Para el momento del parto
Puedes optar por llevar lo que tú quieras o ponerte el pijama que te den allí. Si optas por algo tuyo, ten en cuenta que se pueda desabrochar por delante para poder hacer el piel con piel con tu bebé de la manera más cómoda posible.
Aquí es muy típico llevar Trauben Zucker (unos caramelos de azúcar que venden en la farmacia) para tomar de vez en cuando mientras estás dilatando. Es posible que te hayan hablado de llevar libros para leer o el iPad para ver una peli mientras dilatas. Imagino que depende del parto que tengas. A mí no me ha hecho falta ni en uno ni en otro algo para entretenerme, ya andaba yo suficientemente entretenida. Pero quien sabe oye. Echa algo por si acaso.
Para dormir
Un pijama o camisón con el que te sea cómodo dar el pecho en las numerosas tomas que tu bebé reclamará las primeras noches (y no tan primeras). Una bata mona o similar que poder echarte encima si tienes que salir al pasillo en mitad de la noche.
Cosméticos
Aprovecha las muestras de champú, gel, mascarilla y cremas hidratantes para echarlas en la bolsa del hospital. En mi caso sólo había un jabón líquido que te deja la melena tan suave como los pelos de una escoba. Cepillo de dientes y pasta de dientes por supuesto y, si la naturaleza te ha premiado con un melenón que no se seca al aire fácilmente, mi consejo es que también eches mano del secador.
Documentación
Visita esta entrada para repasar la documentación que debes de llevar al hospital.
Básicos para la lactancia
Esto no lo calificaría como algo imprescindible, pero a mí me ha servido ahora con Mini A, así que te lo cuento por si también te sirve a ti.
Mini A no paraba de mamar la primera noche a pesar de que de ahí salía más bien poco. En unas horas tenía el pecho que hacía chiribitas y, en este caso, me ayudó tener a mano las compresas Multi-mam de las que ya te he hablado en alguna ocasión. (Lanolin o Purelan también habrían valido, aunque yo soy más fan de las primeras).
El día que salgáis
Un modelazo para ti y otro pata tu mini. En teoría, aquí será la primera vez que necesitarás ropa para tu bebé. Todo el tiempo del hospital estará surtido de bodies y pijamas.
Resumiendo. Yo no me complicaría mucho y echaría dos partes de abajo cómodas (los tipo chino / jogging que mencionaba antes. Y para estar por la habitación unos legging negros), dos jerseys o similar monos de algodón, tres o cuatro camisetas. Un par de sujetadores o camisetas de lactancia. Cuatro o cinco braguitas. Un chal o similar que abrigue. Una prenda de abrigo (la que lleves puesta el día que ingreses). Unas zapatillas o zapatos cómodos (las que lleves puestas el día que ingreses) y otros para estar por el hospital. Un par de calcetines calentitos. Un conjuntito mono (y abrigado si te toca en este tiempo) para cuando tu mini salga del hospital.
Qué no llevar
Joyas
Si eres de las que no te quitas la alianza o tu anillo favorito ni para ducharte, entonces vale. Pero si para dormir te quitas pendientes, pulseras, anillos y todo lo que lleves, entonces te diría que mejor te los dejes en casa ese par de días y así nos evitamos el riesgo de que se extravíen. Ten en cuenta que lo normal es que compartas habitación y te sorprenderá el trasiego de enfermeras, matronas y médicos que deambularán por allí todo el día. Si eres más bien despistada y a eso le sumamos la falta de sueño y el cansancio, yo no sé tú pero en mi caso la probabilidad de que regrese a casa con la mitad de las cosas aumenta considerablemente.
Ropa para tu mini
Ya te adelantaba que a tu mini no le faltarán bodies y pijamas en el hospital. La única ropa que sí debes llevar es la del día en que salgáis.
Más equipaje de la cuenta
Lleva lo imprescindible. Y te lo dice alguien que factura maleta hasta para escapadas de fin de semana. Pero en el caso de la bolsa del hospital, merece la pena ser estricta. Primero, porque se ve raro llegar con contracciones y un maletón como si fueras a mudarte a la unidad de maternidad. Por otro, porque no sabes con cuanto espacio contarás para dejar tus cosas. Hay un armario para que las coloques y no tengas que estar abriendo y cerrando maleta, pero la capacidad del mismo es limitada.
Pues esto es todo. ¿Hay algo más que tú llevarías en tu bolsa del hospital? ¿Cómo ha sido tu experiencia haciendo este tipo de maletas?