En esta nueva maternidad, por la experiencia previa, por mi ánimo de aprovechar todo lo que pueda seguir siendo útil, y porque no está la economía para extras, poco nuevo que no sea ropita ha entrado en casa. Gracias a mi síndrome de Diógenes antes de dar a luz tenía casi todo lo necesario para mi bebé.
Lo único que no tenía era el cochecito de paseo y, aunque siempre tuve claro que el porteo ocuparía un lugar protagonista en la crianza de mi bebé e incluso llegué a plantearme no usar cochecito, finalmente no me he visto con ánimo a prescindir totalmente, viendo cómo me encontraba en mis últimas semanas de embarazo. Sobre todo porque no soy la única que sale a la calle con mi bebé, papá todavía no se anima a portearlo a esta edad y sus hermanos quieren colaborar en todo lo posible. Y porque en la vida hay momentos para todo, en la que dependiendo del momento me puede ser tan útil portear como llevar a mi bebé en el cochecito.
Desde luego, lo que no me esperaba es que este embarazo, además de un bebé, me dejara problemas con mi suelo pélvico hasta el punto de tener que limitar mucho mis esfuerzo. Me ha afectado negativamente al porteo, a pesar de usar nudos lo menos hipopresivos posibles, no puedo portear durante tiempo prolongado, por lo que voy intercalando según las necesidades y conveniencias del momento.
Así es como el Mini Easywalker, el cochecito premium para los peques más cool, entró en nuestras vidas. Me gusta mucho por ser un cochecito diferente, actual, de apariencia compacta y, por qué no decirlo, por ser la versión en cochecito de paseo del MINI. Que es una chulería, lo se, pero me encanta, no puedo ocultarlo. Me enamoró su diseño compacto, su estilo urbano y trendy, y es que siempre he dicho que me encantaría poder conducir un MINI.
Conocía la marca Easywalker sobre todo pro sus cochecitos gemelares. Recuerdo años ha, en el inicio de mi maternidad, compartiendo experiencias con otras madres, la búsqueda de las mamás dobles de un cochecito gemelar ligero y práctico. Fue así como empezó a sonarme esta marca y las buenas referencias fue lo que nos llevó en nuestro grupo de amigos a regalarlo a una pareja que se juntó con dos hijos casi casi de golpe.
La ventaja de tener experiencia es que una ya sabe qué es lo que quiere con exactitud. En mi caso, un cochecito ligero, manejable, de fácil plegado, con larga durabilidad, silla de paseo orientable en ambas marchas y una cesta porta objetos amplia. Y el nuevo Mini Stroller cumple todos esos requerimientos, además de tener un diseño precioso, muy actual y casual.
A la hora de elegir el color estuve a punto de declinarme por los tonos claros, porque visualmente me llaman mucho la atención y al ser mi último bebé me apetecía permitirme el capricho. Pero luego pensándolo bien, sabiendo el trote que se le da al cochecito y que tengo dos hijos más, con cuatro manos sobre la tapicería, cambié de opinión y opté por un color más práctico. Me podía haber ido a los azul marino o negro, pero no soy de tonos oscuros asi que entre lo uno y lo otro, me quedé en el término medio, el gris.
Y no es casualidad, ¿no te ha pasado que según la época te da por algo en concreto?. Pues a mi me ha pasado en este embarazo con el color gris. Por escapar un poco de los clásicos celeste, beige y camel, en la gran mayoría del ajuar de mi bebé predominaba el gris, y es que me encanta como tono neutro.
Conste que pedí opinión a papá, que se hubiera quedado con el modelo Union Jack Denim, y confieso que el toque vaquero me encanta, pero quería algo más discreto y neutral. Así que, dudando entre el Ice Blue y Moonwalk me decanté por este último, en color gris.
La ventaja del Mini Easywalker es que es muy personalizable. Además de la tapicería puedes elegir el color del chasis Stroller, metalizado o negro, y de las ruedas, blanco o negro. No me costó decidí, me encantan los chasis metalizados porque visualmente dan sensación de ligereza y de modernidad, y las ruedas las elegí en negro por darle más uniformidad al diseño global.
El manillar es muy cómodo, corrido en una sola pieza, revestido en cuero sintético y regulable en altura. Para mi que sea corrido es fundamental para poder manejarlo con una sola mano. Y que sea regulable en altura es lo más práctico del mundo, por muchas razones: la principal, porque nuestro ascensor es muy pequeño y hay pocos cochecitos que entren bien en él, por lo que al poder bajar el manillar el cochechito cabe sin problema. También porque a la hora de usarlo en modo silla de paseo, un manillar alto requiere mucho menos esfuerzo para manejarla, sobre todo al subir/bajar escalones, cuando la hamaca va en contra de la marcha.
Y lo mejor, porque podemos poner el manillar a una altura accesible para los niños y que puedan pasear a su hermanito.
En conducción es muy, muy manejable. Diría que es casi lo que más me gusta por su ligereza, lo bien que rueda por cualquier tipo de superficies y lo fácilmente que gira. Es la ventaja de que sus ruedas sean grandes y giratorias en 360º, ya sea para subir/bajar escalones, para caminar por empedrados, césped o incluso arena -aunque esto último yo personalmente lo desaconsejo, al menos para ir a la playa porque la arena estropea mucho los rodamientos y suspensiones- y que el chasis sea de aluminio.
El plegado a la hora de meterlo en el maletero del coche es muy sencillo. Yo siempre lo guardo capazo incluído, que hay que plegar, como os decía arriba, y el chasis basta con una mano presionar los dos puntos indicados como cerrando la mano, quedando una vez plegado en tipo libro, muy compacto y sin realizar esfuerzos.
El capazo en apariencia es compacto pero su interior es amplio, cubierto de textil acolchado que se desenfunda con facilidad para lavar, muy suave y amoroso al tacto. No se si será que por la logística mi niño se echa casi todas sus siestas y pasa gran parte del tiempo en él -sobre todo cuando están los niños en casa y yo no puedo estar pendiente, me resulta más seguro y de más confianza para todos- pero lo cierto es que debe ser muy cómodo porque le ha cogido gusto. Y como la capota se pliega totalmente, cuando salimos a la calle y el tiempo la permite se la llevo abierta para verlo, decirle cositas y que además le de el solete y pueda ver lo que hay a su alrededor.
Como tienen todo muy requetepensado, además de una cesta portaobjetos amplia, entre los accesorios de la marca nuestro modelo incluye el plástico para la lluvia del capazo, el de la silla de paseo, una práctica mosquitera -que permite la circulación del aire una vez puesta-, una colchoneta reductora para poder usar la silla de paseo desde el nacimiento -te recuerdo que la hamaca es reversible- y la colchoneta para la silla. Además cuenta con otros accesorios como el saco de invierno o los adaptadores para el grupo 0.
Por el momento, mi experiencia con el Mini Easywalker está siendo muy positiva, cubriendo mis necesidades y expectativas perfectamente y permitiéndome disfrutar de él. Espero poder enseñarte con todo detalle sus características, plegado, funcionamiento y hacerlo mismo cuando demos el paso a la silla de paseo, aunque teniendo en cuenta el tiempo de frío que nos queda todavía y lo a gusto que va mi bebé en él, aún nos queda tiempo de uso del capazo.¿Conocías la marca Easywalker?
¿Qué te parece el clásico MINI en versión cochecito de paseo?