El tiempo que los niños dedican a ver la televisión varía en función de la edad, el sexo, la clase social y está directamente relacionado con el tiempo que dedican sus padres a dicha actividad. Por tanto, los padres deben ser un ejemplo.
El tiempo que el niño está viendo la televisión es tiempo que resta a otras actividades importantes como la lectura, el juego, la interacción con la familia o el desarrollo social. Sin embargo, la televisión utilizada de forma apropiada puede ser una fuente efectiva para la formación de actitudes, la adquisición de habilidades y la formación del comportamiento en el niño. Hay que tener en cuenta que la televisión es un medio de socialización. Lo más importante es conocer qué es lo que tus hijos ven en la televisión, elegir lo que quieres que vean o no, estar con ellos y entablar conversaciones sobre lo que están viendo. Haciéndoles ver comportamientos positivos como la cooperación, la amistad, etc. Con la orientación apropiada, tu hijo puede aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva.
Aunque en casa no nos gusta que "Blastonpower" vea la televisión, a veces se la ponemos, pero he de reconocer que en Inglaterra el canal de la BBC CBeebies está genial. Es un canal para niños, muy educativo y sin publicidad. En otro post te hablaré de ello.
Algunos de los efectos negativos del uso inadecuado de la televisión en los niños son:
La influencia de la publicidad en los niños proyecta estereotipos relacionados con aspectos raciales, sociales, culturales, sexuales, así como con hábitos alimentarios. Los fabricantes de juguetes ganan millones cada año por lanzar al mercado sus productos. La exagerada representación de imágenes corporales "perfectas" puede contribuir al problema de la anorexia nerviosa, sobre todo, en adolescentes. Anuncios sobre cereales, galletas, comidas rápidas, refrescos y golosinas, contribuyen a la obesidad infantil.
Los niños que ven demasiada televisión están expuestos a un mayor número de riesgos para su desarrollo intelectual y emocional: leen menos libros, hacen menos ejercicio físico, tienen problemas de sobrepeso, debido a que muchos comen demasiados snacks delante del televisor.
Se convierten en niños pasivos, con mucha menos imaginación a la hora de jugar.
Entienden parcialmente lo visto. En muchos casos los niños tienen dificultades para distinguir entre la ficción presentada en la televisión y la realidad. Los niños son impresionables y pueden asumir que lo que ven en televisión es lo normal, seguro y aceptable (la violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género, etc.). Por consecuencia, la televisión expone a los niños a tipos de comportamiento y actitudes.
En conclusión, las recomendaciones de los expertos apuntan a limitar la exposición a la televisión durante la primera infancia, e incluso evitarla antes de los dos años, pues los efectos de que los niños vean demasiada televisión son bastante negativos.
<<Toda la televisión es televisión educativa. La pregunta es: ¿qué es lo que enseña?>> Nicholas Johnson
La Casita de la Mosca