Llegamos a eso de las 6 p.m.. Los peques estaban muy cansados, no mostraron mucho entusiasmo al llegar, nos temíamos lo peor. Así que, a regañadientes, les llevamos al Pabellón Infantil y, cuando entramos … ¡qué bonito todo!
Pabellón Infantil de la FDLM 2.014
La carpa, vista desde fuera, no parece tan grande, pero aquello parecía sacado de “Alicia y el País de las Maravillas”, cuando Alicia cruza una puerta chiquititita y, de repente, se encuentra en medio de un gran jardín. Pues nosotros, parecido, entramos y ahí estaba el universo del Abecedario, un espacio diáfano, con estanterías repletas de libros, mesas y bancos donde sentarte con tus hijos a leer esos libros y, al fondo, una zona reservada para las actividades programadas. Había gente, pero no era agobiante, suponemos que en fin de semana las colas para entrar serán grandes.
Interior del Pabellón Infantil, FDLM 2.014
Pero, en nuestro caso, pudimos estar una media hora hojeando novelas, cuentos ilustrados, comics, libros con desplegables … les dijimos a nuestros hijos que mirasen bien todas las estanterías, que escogiesen el libro que más les llamaba la atención y, después, iríamos juntos a buscarlo por las casetas. Como única condición, hoy deben escribir su nombre y la fecha, para que en el futuro se acuerden con cariño de cuándo lo compramos y lo bien que lo pasamos ese día.
Nuestra hija mayor escogió un ejemplar de la Colección “cuento para leer a oscuras”, de Anaya, “El Universo”. El stand estaba justo al lado, además nos regalaron una libreta y un sello por cada niño, fueron muy amables. Esta colección es impresionante, hojas en blanco, los niños sólo podrán leer el texto y ver las ilustraciones si están a oscuras. Además, viene con muchas pegatinas (en este caso de planetas, estrellas, naves espaciales…) que ya están convenientemente ubicadas en el cabecero de su cama, en la mesilla y en la pared.
“El Universo”
El pequeño eligió un ejemplar de la Editorial San Pablo, “dinosaurios: una guía visual”, donde a lo largo de 176 páginas, te describen todo lo que podáis imaginar sobre cada tipo de dinosaurio, No sabíamos que había tantos. En este stand, que es el número 155, les regalaron unas fichas para aprender a colorear y dibujar correctamente una tortuga, así que se se fueron también con las manos llenas.
Dinosaurios, la guía visual
Además del taller que estaban realizando en el pabellón infantil, había otro de Cuentacuentos en la Carpa de Samsung, justo enfrente, pero nuestros hijos estaban realmente agotados, así que decidimos reponer fuerzas con un rico helado y, simplemente, seguir paseando y disfrutar del estupendo ambiente familiar que había. Compramos unas tarrinas de helado de frambuesa y chicle en el stand de Frigo, y los mayores optamos por un Magnum preparado in situ. Si vais, no dejéis de probarlo, la elaboración es personalizado allí mismo, no os podemos contar nada más, sorpresa, pero os dejamos foto del resultado (no apto para golosos).
Helados en el stand Magnum de Frigo
A las 8:15 p.m. decidimos poner fin a una tarde perfecta de Feria, buena temperatura, poca gente, libros y chuches. Es una delicia poder disfrutar de este tipo de jornadas en Madrid.
The post Nuestra visita a la Feria del Libro // entrepapis.com appeared first on Entrepapis.