Cambrils Park Resort…
Perdón si esta entrada parece que no pega en estos momentos pero, créeme si te digo que ya casi vamos tarde si lo que quieres es descubrir este pequeño paraíso este verano
¡¡¿Tarde?!!
Bueno, igual aún tienes suerte pero, este sitio es tan tan tan tan guay para ir con los niños que sé de amigos que tienen sus reservas hechas con más 2 años de antelación, ¡y siguen reservando para próximos años!
Pero ¿qué tiene de especial?
Si recuerdas, nosotros estuvimos el verano pasado, una semana en Junio.
Como digo, fue por recomendación de varios amigos que ya habían estado:
Un sitio donde estar tranquilos con los niños, súper divertido…
No estábamos seguros pero, ya que una semana solíamos ir por esa zona, se presentaba como una opción diferente ¡no queríamos una habitación de hotel con los dos pequeños dando guerra!
¿Y qué tal un bungalow?
Conseguimos reservar nuestra cabaña en la Polinesia mediterránea y, dejadme que os diga que fue lo mejor que nos pudo pasar.
Ambiente familiar, súper sano, tranquilo, divertido, cómodo…
Nosotros no somos nada exigentes, y no buscamos grandes sofisticaciones, pero en Nuestro Pequeño Paraíso sentíamos que teníamos todo lo que necesitábamos.
Toda la semana fue PERFECTA. Y lo digo así de segura porque, quitando pequeñas rabietas (los cuatro tuvimos nuestros momentos ;) ), y que fueron pocas, el resto del tiempo fue genial.
Buen tiempo, buen ambiente, vecinos amables, entornos idílicos… Como en una película.
Tres áreas temáticas diferentes para alojarse, piscinas, columpios, tiendas, bares, espectáculos, animadores, deportes…
¿Mediterráneo, Polinesia, Caribe? ¿En cuál te alojarías?
Inolvidable:
Ahora, con todo el tiempo que ha pasado desde que estuvimos, vuelvo a ver las fotos y sonrío. (Confieso: aún no las había descargado,pero estoy disfrutando mucho viéndolas de nuevo).
La mayoría de los que se alojaban allí eran extranjeros, y me muero de risa recordando cómo Emma se acercaba a los niños con su frase “Hello, my name is Emma, I´m 3”. La verdad es que los niños no le hacían mucho caso pero ¡qué orgullosos nos sentíamos nosotros!
Un momento inolvidable fue la noche del musical de Frozen. Creedme que Emma no se movió del sitio ni un instante, emocionada. Después, cuando los actores bajaron a hacerse fotos con los niños y tuvimos la suerte de llegar a tiempo con sus adoradas Elsa y Anna… fue un momento mágico.
Martín, viviendo al estilo salvaje, tampoco se me puede olvidar. La tranquilidad de que no pasan coches, de que no había desniveles ni peligros a la vista, de que todos estamos con la misma idea de vacaciones familiares, permitían dejarle vivir y descubrir por si mismo, eso sí, en “modo gateo”.
De hecho, en toda la semana, salvo una tarde que quedamos con amigos, y una escapada a la playa más cercana… ¡No salimos de allí!
¿Para qué dejar el paraíso?
Os contaría cada zona, pero no quiero parecer una guía turística. Lo mejor que puedo hacer es recomendaros que vayáis y lo descubráis por vosotros mismos.
Si tenéis unos días libres, niños pequeños, y ganas de pasar unos días tranquilos, relajados y divertidos ¡no os lo podéis perder!
Parece que este año no conseguimos cuadrar agendas: en Junio imposible, ¿nos plateamos otras fechas? ¿Quedarán plazas libres?No sé si lograremos ir (sniff, sniff)… ¿Abril, Mayo…?
Pero sí el año siguiente, y al otro, y al otro… Prometo que volveremos siempre que podamos o, al menos, hasta que los niños quieran acompañarnos.
¿Alguien más se apunta?
Y recuerda, para protestas, reclamaciones o quejas, o palabras bonitas de esas que tanto me gustan, llama al #555 o, mejor, deja aquí tus comentarios ;)
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