Esta es una nueva sección que creo, donde todas/os tenéis cabida, para la cual pido vuestra colaboración, os explico. Semanalmente, publicaré un post en esta sección, serán los sábados, que así mientras tenemos a los niños poniéndonos la casa patas arriba, nosotras nos tomamos el café, y podemos echarnos unas risas para comenzar con alegría el finde.
Cualquiera puede contar su anécdota con su madre, para ello deberéis enviarme un mail a info@aidixyysuscosas.com con el asunto "Ella, Mi Madre", y yo me encargaré de programar vuestra entrada en el sábado correspondiente. Os pido además que, en el caso que tengáis twitter, fan page en facebook, o blog, me paséis esos datos, para poder poner eso de referencia sobre quienes sois y nos vayamos conociendo entre todos.
Y ya para poner la guinda, he tenido la colaboración de mi querida Remorada, a la que le pedí (abusando de mi amistad en toda regla y metiéndole los dos pies en un zapato nivel extreme), que me diseñase una imagen acorde con esta sección, y ¿quién mejor para ser la imagen de una sección de madres? ¡pues mi propia madre!
Remorada y el Sr. Torres pudieron conocer a mi madre en su salsa,
es decir, en la cocina, y cocinando migas que después nos comimos.
Así que esta semana, arrancamos con un post mío sobre el tema para inaugurar esta nueva sección. Os sitúo:
"La que por criticar te critica hasta donde haces la compra"
Madre que trabaja fuera de su casa con horario partido y que tiene recoger a su hija a las 2 de la tarde del colegio (uséase, yo). Tiene los tiempos justos para hacer la compra de la semana, que debe de hacerla sola, porque el marido trabaja y es imposible que la pueda acompañar.
Pues, en esa época, yo solía ir a un centro comercial para hacer la compra allí, básicamente me interesaba porque lo tenía todo juntito en ese supermercado. Un día, le dije a mi madre: Mamá ¿me quieres acompañar a hacer la compra? Uy, venga vale, que quiero ver los precios de ese supermercado (ella es de las que compara CADA PRODUCTO, para ver donde lo venden más barato e ir allí a comprarlo).
Cojo el carro, y entramos en el super, primera sección: Carnicería. Allí no tienen carnicero que te prepare la carne sino que es autoservicio de coger las bandejitas. Yo venga a mirar las bandejitas, para ver que me iba a llevar, miro la lista de la compra, mete bandejas en el carro... y al rato me dio cuenta que mi madre tiene el gesto torcido y solo le oía: uyyyy por favor... madre mía...
- A ver, mamá, ¿qué sucede?
- Nena, es que ¿tú has visto estos precios? Es carísimo por favor
- Pues no sé mamá, como siempre compro aquí, la verdad es que no sé cuanto pueden costar dos pechugas de pollo.
- ¡Pues mucho menos que esto! Vamos que donde yo hago la compra, encima que me la cortan y preparan delante mía, me sale muchísimo más barato.
- Mamá sí, pero tú eres de las que si vas a ese otro super y ves que ha subido el precio, te vas al super de al lado porque sabes que está allí más barato. Yo no puedo ponerme a hacer peregrinación mirando precios porque tengo el tiempo justo para recoger a MiniMonster del colegio.
- Ya, pero vamos, que yo te lo digo por ti, para que no gastes tanto.
Inocente de mí, pensaba que la historia se quedaba ahí, ¡ilusa de mí! fue entrar en la frutería y creí que a mí madre le había dado un síncope.
- Mamá ¿qué te pasa ahora? (ya mi momento "ceja levantada" porque me olía por donde me iba a saltar)
- Oiishhh por favor, pero que ladrones, mira mira mira, pero mira estos precios, ooii oiii.... ¡Qué barbaridad!
No puedo decir que fuese una conversación en petit comité, no, le salió tan del alma que se enteraron todos los que estaban allí comprando y los mismos trabajadores.
- Mamá por favor, no seas tan exagerada.
- Vamos, ni loca, mira que son careros... Ná, este super es carísimo. Yo es que de verdad no sé porque te vienes aquí a comprar, DEBERÍAS de ir a donde compro yo, que la carne y la fruta es mucho más barata, y otras cosas de la lista la compro en el super de al lado. Nena, de verdad, que te están robando, ¡qué poca vergüenza!
¡Y solo llevábamos dos secciones! Salí de allí jurando y perjurando que no me la iba a llevar más de compra en mi vida.
PD: He de decir, que ahora hago la compra donde ella.
PD2: He bajado el gasto de la compra en 40€ semanales comprando lo mismo.
PD3: No pienso darle la razón a mi madre ni muerta!
PD4: Aún así, no he vuelto a hacer la compra más con ella, por si acaso, que ya me he encariñado con ese otro super.
Si os apetece leer la primera entrada, esa que ha dado pie a que esta sección empezase a macerarse, os invito a que leáis la primera parte de Ella, Tu Madre. Espero vuestras historias,
que así creemos la comunidad de "ahora somos las/os hijas/os",
que nos divirtamos, y participéis mucho.
¡Nos leemos!