Hace apenas tres meses que una de mis mejores dio a luz a niña preciosa. Se llama Daniela y desde que llegó al mundo no lo ha pasado demasiado bien, tiene una enfermedad llamada dermatitis atópica, que, aunque no es grave, es realmente molesta sobre todo cuando los niños son tan pequeñas.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que produce picores intensos y descamaciones en la piel. No se sabe por qué aparece y tiene momentos de empeoramiento y mejoría, suele aparecer entre el segundo y tercer mes de vida.
Como Daniela, muchos niños la sufren. Podemos detectarlo cuando el niño presenta pequeños eccemas o inflamación de la piel que produce un picor intenso. En los bebés predomina en las mejillas, brazos y piernas y es tan fuerte que hace que no puedan dormir en noches seguidas, por la necesidad de arrascarse.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro pequeño? Fundamentalmente, este tipo de niños necesitan una buena hidratación diaria, unas dos veces al día. Debemos usar cremas que no contengan alcohol, perfume u otros elementos irritantes. También conviene evitar las temperaturas extremas (tanto el frío como el calor) y procurar tener las uñas del bebé cortas, para que no se dañe a sí mismo.
¡Mucha paciencia!, vuestro pequeño os necesita
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