En este caso os proponemos una actividad muy sencilla, que requiere pocos materiales para su realización, aunque un poco de preparación para que no se líe demasiado la cosa.
Materiales:
Platos de plástico
Temperas de dedos
Papel grande o varios papeles unidos.
Cartones y plásticos para proteger el resto del espacio de trabajo.
En nuestro caso hemos usado, temperas de dedos de la marca Carioca y papel que cortamos grande para cubrir a lo largo un camino sobre cartones procedente del rollo de papel de Ikea.
Realmente para ellos, la actividad no requiere mucha explicación. Aquí está el material, el espacio de pintar, experimenta. Eso sí, es conveniente que antes de empezar establezcáis unas normas, para evitar que la cosa se desmadre sin remedio. En nuestro caso pusimos tres sencillas normas:
No se sale del espacio preparado para la actividad. Es decir, no se sale de los plásticos que protegen la zona.
Solo se pinta en el papel.
No pintamos nuestro pelo o el del otro.
La idea es que jueguen, experimente, se diviertan, pero luego no tengamos paredes y suelos que sean difíciles de limpiar. Aunque si en vuestro caso todo el solucionable, puede que no haga falta ni normas… jejejeje.
Así que damos comienzo a la actividad. “Ya podéis empezar”.
El uso de platos de plástico, permite hacer muy sencilla la preparación de la actividad, eso sí, al meter los pies en la pintura, hay que tener cuidado de no resbalarse y al salir del plato, de no llevártelo pegado… jajajaja. Pero poco a poco fueron viendo como coger la pintura con los pies y no quedarse pegados.
Pisaron, mezclaron colores, pintaron con el dedo gordo, hicieron caminos….
También experimentaron con las manos, llenando todo de pies y manos en el lienzo.
Cuando vi que el lienzo ya no se podía aprovechar mucho más y quedaban pocos huecos, corte otro igual y lo puse encima. Mientras los veía disfrutar y pintar sin parar, pues les iba poniendo nuevos lienzos.
Desde luego, si dicen que “nivel de suciedad es directamente proporcional al grado de diversión“, a juzgar por estas piernas, se lo pasaron bien ¿no?. Realmente, estaban felices y disfrutaron mucho. Eso, la ducha luego fue algo más larga de lo normal y muy concienzuda… jajajaja.
Beneficios:
Experimentación.
Juego con los colores.
Autocontrol.
Movilidad.
Expresión artística en movimiento.
Control corporal.
Sensaciones.
Aprendizaje sensorial.
Y muchos más
Como eran libres de experimentar, os pongo un par de ideas que surgieron de ellos mismos.
Por un lado, la pequeña cogió un pincel para pintarse más la mano y el pie… posteriormente, cogió el pincel con los dedos de los pies y empezó a pintar en el lienzo usando los pies… y no se le dio nada mal.
Por otro lado, cuando se acabó la pintura, los platos estaban completamente pintados. Así que se les ocurrió coger un pincel y con el mango dibujar cosas sobre el plato pintado. Con lo que podían pintar “de otra manera”. Una idea muy buena que aprovecharemos más adelante… pintando platos de colores y luego haciendo dibujos sobre ellos con palos o bastoncillos de los oídos.
Así que aquí os dejamos unas propuestas divertidas para aprovechar lo que queda del buen tiempo y hacer actividades al aire libre o en lugares amplios donde puedan experimentar sin problemas.
¿Lo habíais probado con vuestros peques? ¿Qué tal el resultado? ¿Se lió mucho la cosa?
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