Realmente esta actividad la preparamos justo después de terminar nuestra Nube casera para simular la lluvia, que os contamos en este post del blog. Aprovechando que ya estábamos experimentando con agua, jeringuillas y colores, decidimos hacer unos hielos de colores, que aprovecharíamos después para pintar.
Se necesita:
Agua.
Colorante alimenticio.
Jeringuillas o algo que permita rellenar de agua.
Molde para hacer cubitos de hielo.
Palillos o cucharillas de plástico.
Comenzamos rellenando cada hueco del molde de cubitos de hielo con agua, usando para ello una jeringuilla. El peque iba cogiendo el agua de la jarrita con la jeringuilla y rellenando cada hueco despacito. Es una tarea de psicomotricidad excelente para ellos y manipular el agua, les encanta.
Lo siguiente es añadir una o dos gotitas de colorante alimentario por cada hueco del molde. Él decidió el patrón de colores y fue coloreando cada hueco.
Después, con el mango de la cucharilla de plástico, fue removiendo con cuidado cada uno de los huecos, hasta conseguir tintar todo el agua y diluir el colorante.
Una vez, estén todos los huecos coloreados y disuelto el colorante, metéis el molde en el congelador.
Necesitará por lo menos toda una noche para congelarse y poder utilizarlo luego para pintar.
Os recomiendo que aprovechéis una tarde que luego se tengan que bañar, que no tengáis que ir a ningún sitio y que no haya prisa, porque entre lo bien que se lo pasan y como acaban de pintados, necesitarán un buen baño.
Yo les puse ropa vieja que tenía por casa y que daba igual que se mancharan, de esa manera, eran libres de experimentar como quisieran. Puse un protector en el suelo y trozos de papel enormes, cortados de esos rollos de papel que venden en Ikea. También saqué algunas fundas de almohada vieja, por si querían probar también a pintar en tela.
Sacamos los hielos lo primero y ya empezaron a manipular a gusto. Les dije que podían pintar con los hielos, tanto en el papel como en la tela. Y no tardaron en poner manos a la obra.
No solo experimentaron pintando en el papel, sino también, pintándose las manos y haciendo huellas en el papel…
Como se dio cuenta que con la mano cerrada, pues no se veía una mano, siguió pintando manos y probando de otras maneras….
También haciendo filas de hielos de colores…
La peque se iba copiando un poco de todo lo que iba haciendo su hermano, jajajaja.
También probaron a pintar la tela, pero entre que era un poco más oscura que el papel y no se veían tan bien los colores, no les gustó tanto, así que siguieron con más trozos de papel.
Pintaron sin parar hasta ¡hacer agujeros en el papel! También se lanzaron hielos para ver si deslizaban.
Con los últimos hielos, ya decidieron ir deshaciendolos o intentar romperlos en trocitos con las manos. Al ir deshaciendose, el hielo iba dejando circulos grandes en el papel del color con el que estaban pintados y quedaba muy chulo.
Y como les encantó la actividad, pues decidieron volver a hacer más hielos. Me pidieron agua, jeringuillas, colorante y el molde para hacer cubitos, y empezaron a repetir los pasos que os hemos contado antes. Como la vez anterior solo lo había hecho mi peque mayor, esta vez, la actividad tenía que ser colaborativa y participar los dos en conseguir que el molde tuviera todos los colores para poder pintar de nuevo otro día.
Así el próximo día que quieran podrán usar de nuevo los hielos de colores e investigar cosas nuevas.
Otras ideas que podéis sugerirles: que derritan los hielos en algún recipiente, combinando colores y viendo el resultado, clasificar los hielos por colores en recipientes del mismo color y luego pintar con ellos, hacer series de colores siguiendo un patrón y todo lo que se os ocurra.
Si queréis más actividades con hielo, a nosotros nos encantó este Experimento con hielo, agua y sal, que les permite descubrir los cambios de estado del agua.
¿Habéis probado a pintar con hielos? Les ha gustado a vuestros peques? ¿Han ideado otras actividades con ellos?
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