Estas vacaciones pintan ellos.
Y es que pensando sobre una actividad divertida que hacer con los peques durante estas vacaciones, se me ocurrió una idea utilizando rotuladores textiles. Ya veréis qué buen resultado da y os prometo que el cojín que hemos confeccionado, os gustará…
Lo mismo hasta nos pensamos fabricarlos en serie jeje
Para nuestro cojín casero necesitaremos tan solo un trozo de tela blanca, rotuladores textiles (estos son de Ikea y cuestan 1,99 euros) y grandes dosis de imaginación.
En nuestro caso, compramos además unas bolitas de Tiger para darle un toque más divertido al cojín. Se trata de una especie de pasamanería que coseremos a la tela una vez la hayamos decorado.
Primero cortaremos la tela con las medidas deseadas. Lo haremos en tres trozos: el lado que pintaremos y dos más para coserlos por detrás y que el cojín cierre sin necesidad de cremallera.
Un coche, estrellitas de colores, los números, algunas letras, las olas del mar, el sol y un montón de dibujos “abstractos” que me encantará enseñarle cuando sea mayor…
Una vez pintado, debemos dejarlo secar durante una hora más o menos y después pasarle la plancha sin vapor para fijar la tinta.
Llega el momento de coser la pasamanería. Lo haremos fijándola (hacia dentro) a la tela con unos alfileres y le pasaremos un pespunte.
Después de esto, colocaremos derecho con derecho los dos trozos de la parte de atrás del cojín para que cuando le demos la vuelta nos quede una abertura por detrás por donde meteremos el relleno.
Y por supuesto, la firma del artista
No me digáis que no ha quedado gracioso. Cuando pintan ellos salen cosas así de divertidas ¿No creéis?
Espero que os haya gustado la idea y que la pongáis en práctica durante estas vacaciones
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