Ay amigas…por dónde empezar…
Yo creo que la mejor manera de definirlo es como diría Lucía B:
no me da la vida
Y es que en el momento que decidí abrir este blog la verdad que las cosas estaban muy diferentes a como están ahora.
El año pasado decidí dejar el año en blanco. No lo tenía pensado, pero como ya sabéis soy organizadora de bodas y la baja me cogió justo en plena temporada, por lo que cuando volví de la baja de maternidad la temporada ya estaba acabando y creí que no valía la pena coger ningún trabajo más y disfrutar todo lo que pudiera de la peque (aunque no os voy a negar que tampoco paraba con mi otro trabajo).
En ese momento, me vi con una cantidad suficiente de tiempo libre, como para poder llevar tanto este blog, como el blog de bodas. He de decir que también creí que el Ipad y el dictado por voz, iban a ser mis grandes aliados (que engañada estaba…).
Pero llego Enero y con él, una cantidad de trabajo que yo sinceramente no esperaba y más, después del tiempo que había estado desconectada.
Se juntó que empezaron a venir bodas para la nueva temporada, que tengo la tienda online que eso si que estaba en activo durante el año anterior, que quería llevar al día tanto este blog como el blog de bodas.
A todo esto se le sumo que la niña cada vez hacia más cosas y paraba menos quieta (y cuando digo menos quieta es no parar en todo el día, nada mas que un par de horillas para dormir y a la carga de nuevo, encima caminando desde los 10 meses así que ya podéis imaginar lo loca que voy…)
También se me junto que graciosamente la noche de fin de año la empece a 40 de fiebre (la dichosa gripe de este año…) algo que pensaba que iba a ser una semana y desemboco en una sinusitis que tardo en curarse unos dos meses (y si habéis tenido sinusitis, entenderéis el estado zombie que puedes llegar a llevar…)
Así que tuve que tomar decisiones.
Y una de las principales fue dejar de escribir en este blog, ya qué el blog de bodas lo lee mucha más gente y aunque siendo realistas, este blog lo disfruto mucho más escribiendo, ya que puedo hablar más libremente y de lo que me apetezca, tuvo que sopesar en que momento me encontraba y que me valía mas la pena.
Llevo meses intentando escribir esta entrada, llevo meses intentando volver un poquito a este blog y no conseguía sacar ni un momentito.
He tenido más problemas de salud después, así que todo se ha ido quedando en un “cuanto pueda lo haré“, y es que el cuerpo es sabio y sabe darte toques para decirte que pares.
Las redes sociales también han caído y más concretamente Instagram. Es otra tarea pendiente.
La verdad, que no lo quería dejar tampoco de lado, pero que al final lo he hecho, y aunque también ha sido por falta de tiempo (llevo dos cuentas más, la de bodas y la tienda online, y como entenderéis ,es cuestión de prioridades), he de decir que también me influye un poco el tema de las cuentas perfectas.
Me explico. Y voy a ser muy sincera.
Las cuentas de maternidad que veo, son casi todas perfectas, un color para todo el feed (generalmente blanco, que yo no consigo ni a patadas), fotos super bonitas y cuidadas…
Y ahí llega mi realidad, que tengo una niña que no para quieta para hacerle una foto, que mi móvil tampoco hace las fotos muy bonicas que digamos (¿a las que tenéis Iphone también os pasa?) y que miro mi feed y el de las demás, y sinceramente, se me quitan las ganas de colgar las pocas que tengo… .Por que esa es otra, me paso la vida haciendo fotos a la peque, pero luego, ninguna me gusta.
Todas estas cosas han ido desembocando, en que de un día para otro, desapareciera.
Han sido meses muy intensos, meses de creer que no llegaba a todo. A día de hoy, todavía estoy liada con muchos proyectos y no os voy a negar, que he pensado en cerrar este blog varias veces.
Pero por otra parte me niego a hacerlo, por que aunque no me lea mucha gente, me llena de alegría cuando las que me seguís, me mandáis mensajes diciéndome que os ha ayudado mucho la entrada que he escrito por que nadie lo había explicado.
Así que he decidido no exigirme tanto.
¿Que quiere decir esto?
Que antes pensaba que tenia que hacer cada semana una entrada y publicarla un día en concreto y no. Así no puedo seguir.
Soy de la opinión que un blog lo tienes que disfrutar para que no se convierta una obligación escribir en el, en lugar de un sitio para desahogarse.
Así que escribiré cuando tenga tiempo y me apetezca, es decir, no tendréis entrada periódica, quizá tengáis una cada dos semanas, una al mes, la verdad que no lo se, pero es lo mejor, si no quiero dejarlo definitivamente.
Quiero seguir contándoos mis experiencias, por que se que a mucha gente le pueden ayudar, pero me permitiréis que lo haga a mi ritmo.
Todavía me quedan dos meses intensos de trabajo (y todos ellos acompañados por la crisis del año, por si me aburría…), y luego tocara tomar decisiones, que no se que camino llevaran, pero que quiero que este blog, este dentro de ellas sean cuales sean.
Me perdonaréis la parrafada, pero creo que os debía una explicación de por que desaparecí del blog.