Al igual que con mi primer embarazo, me gusta escribir mis experiencias por aquí, porque sé que, muchas veces, sirven de ayuda para gente que está pasando por la misma situación y no encuentran respuestas. Y yo aún tengo la suerte que siendo el segundo, hay muchas cosas que ya las sabía, pero para las mamás primerizas son muchas veces, cosas que te pillan por sorpresa.
Los que me seguís por Instagram, ya sabéis un poco que es lo que ha ido pasando, pero para los que no, quiero dejarlo por aquí escrito.
Así que después de 5 meses, saco tiempo y os explico las cosas que pasaron las últimas semanas de embarazo.
A diferencia del resto del embarazo, que puedo decir que aun teniendo muchas cosas, no fue ni por asomo, tan duro como mi primer embarazo, las últimas semanas fueron moviditas… en todos los sentidos y acabamos teniendo ecografía cada semana.
¿El porqué? Vamos semana por semana y os lo explico bien para poneros en situación:
– SEMANA 34: Tenía la que supuestamente era la última ecografía, en ella vieron que la bebé estaba en posición pódalica (no me extraño demasiado porque Alexia en la misma semanas se puso en posición transversa como os explique aquí y luego se colocó bien), así que me citaron la semana siguiente para ver si se había girado y en la misma consulta me hablaron de las opciones que podía elegir de cara al parto si seguía sentada, que era la versión cefálica externa o una cesárea.
– SEMANA 35: Tuve la oportunidad de hacer una eco 5D donde, efectivamente, seguía la bebé en posición pódalica. A los dos días tenía la eco en consulta y la sorpresa fue que se había colocado en posición cefálica, así que todo volvía a ir dentro de la normalidad.
– SEMANA 36: Tocaba visita rutinaria al hospital para preparar parto y ¡sorpresa! Sentada otra vez.
Me citan para el día siguiente que cumplía las 37 semanas para hacerme la versión cefálica externa (me negué, porque siempre hay posibilidad de parto y les pedí realizarlo la semana siguiente), me dijeron que fuera a hablar con la doctora igualmente al día siguiente y allí valoraríamos.
Creo que ese es el único momento en que perdí los nervios, porque me dijeron que solo era hablar, pero me hicieron ir en ayuno, y no sabía si me negaba a que me hicieran la versión cefálica ese día, iba directa a cesárea que era lo que queríamos evitar. Solo sabía que las cosas no se pueden programar de un día para otro, porque teniendo a la mayor y más siendo algo programado, no me daba tiempo a cuadrarme nada para el día siguiente, y además que estaba de 36 semanas, el día siguiente cumplía las 37, es obvio que puede pasar que se adelanten las cosas, pero no es muy habitual que justo el día que cumples 37 semanas ya des a luz, y a mí, pues me faltaban preparar varias cosas, que no me daba tiempo a prepararlas en un día, estar por la mayor, etc… .
Al día siguiente, la doctora ya venía con intenciones de hacer la versión externa porque no le habían notificado que yo no quería hacerla todavía. Cuando hable con ella yo seguía negándome. Así que me dijo que mejor, antes de seguir discutiendo si la hacíamos o no, miráramos como estaba la bebé colocada y sorpresa de nuevo, volvía a estar colocada en versión cefálica.
Le pregunté a la doctora que ahora qué pasaba y me dijo que esperar al parto y si notaba algo o la matrona veía algo en la última visita, que lo notificara para ver que hacíamos, pero que si se volvía a girar, casi seguro, cesárea.
Continuaré en otro post, porque la historia es larga y si no, os escribo un tocho bestial
¿Me seguís en esta entretenida historia?