Muchas familias me escriben contándome que les gustaría optar por una educación diferente para sus hijos/as, que la pedagogía Waldorf les atrae, pero que surgen miedos e indecisiones.
Las entiendo perfectamente, nosotros lo vivimos también e hicimos un gran recorrido de investigación hasta decidirnos por inscribir a Sunflower en su escuela hace tres años (aquí te lo conté).
Así que aprovechando el bonito proyecto Waldorf de la Asociación Madreselva en Ciudad Real, he podido contactar con familias muy diferentes pero que tienen algo en común; todas optan por este tipo de educación alternativa para dar respuesta a las necesidades de sus hijos e hijas, para que se desarrollen como personas íntegras, seguras y libres.
Estas familias me han contado sus motivos y quiero presentártelas.
Sobre la Asociación Madreselva de Ciudad Real
Madreselva es un proyecto educativo autogestionado de Ciudad Real que nace de la voluntad de un grupo de padres y madres.
Es una asociación sin ánimo de lucro de familias y docentes cuya actividad principal es impulsar un espacio educativo donde poner la pedagogía Waldorf al alcance de todos para establecer un proyecto social, consolidado y de futuro. Un proyecto del mundo y para el mundo.
Familias que se atreven a buscar otra educación
Actualmente la asociación Madreselva cuenta con 20 familias implicadas. Te presento a 4 de ellas, a las que les he preguntado por sus motivos para elegir una alternativa Waldorf:
Sus motivos...
Porque Madreselva podía aportar a nuestra hija: atención, respeto, valores positivos, el valioso ejemplo de otros niños criados con gran afecto, la dedicación de educadoras muy profesionales que transmiten motivación y compromiso en cada acto, un maravilloso entorno físico y un grupo de familias lleno de generosidad, fuerza y cariño.
Y porque:
Respeta los ritmos de desarrollo de cada niño y se adapta de forma individual a cada uno de ellos.
Fomenta el equilibrio con la naturaleza.
Potencia la creatividad como motor de aprendizaje, resta importancia a la competitividad y elimina los exámenes como sistema de evaluación.
Prioriza el trabajo manual frente al uso de herramientas informáticas.
Plantea una visión integral del desarrollo de la persona.
Sus motivos...
Iago es hijo de dos papás, ha nacido por gestación subrogada, una técnica de reproducción asistida que han realizado en EEUU.
Han escogido la alternativa de Madreselva por:
Por el continuo contacto con la naturaleza, con lo natural, dentro y fuera del aula.
El espacio interior es muy casero y familiar, los niños están como en casa. El espacio exterior no es un minúsculo patio enclaustrado en muros, sino un espacio abierto en plena naturaleza con tierra, árboles, plantas, huerto,...
Sus motivos...
La pedagogía Waldorf es la pedagogía en la que mejor se combinan los aspectos del aprendizaje y crianza que nos parecían más importantes como respetar el ritmo natural del niño.
Sin ser perfecta, nos parece que es capaz de ver al niño, de considerarle un ser bueno que necesita un medio para desplegar sus posibilidades.
Es una pedagogía en la que se preserva el respeto por el individuo, en el que se potencia el trabajo en equipo, en el que se produce una constante autoeducación del niño, del maestro y de las familias.
No es una pedagogía que parte del adulto omnipotente hacia el niño en un estatus inferior. Es una pedagogía que parte de las necesidades de niños con todo el potencial dentro que necesita que le den herramientas para explotarlas guiándoles para ser capaces de despertarlas.
Es una pedagogía en la que todos evolucionamos constantemente, en la que sientes la necesidad de mejorar la coherencia entre lo que el niño aprende y lo que vive, por lo que la Escuela y la familia están íntimamente relacionadas.
Es una pedagogía en la que se prioriza el aprendizaje para la vida, no del conocimiento concreto y puntual. Por eso es una pedagogía que puede formar a nuestras hijas no para superar cada curso escolar, si no para ser mejores seres humanos, íntegros, con conocimientos, con ganas de aprender, investigar, experimentar, vivir y contribuir sin miedo al cambio social.
Sus motivos...
Tendríamos que dar tantas razones para explicar el porqué, pero lo principal es que queríamos una pedagogía que permitiera que nuestra hija fuera feliz, libre, tratada con respeto y amor, a la vez que crítica y creativa.
Una pedagogía que no le robara su infancia y que respetara sus tiempos y ritmos.
La pedagogía Waldorf nos da todo esto.
Además para profundizar más todavía, otras familias de la asociación también se han animado a contestar algunas de mis preguntas directas y han respondido sin paños calientes, con valentía y sinceridad. Se lo agradezco tanto… Aquí están sus respuestas:
¿Por qué no elegís la escuela convencional?
“Porque el sistema está obsoleto e insuficiente para las necesidades de nuestro hijo.” Rosalía y Antonio, padres de Diego. (Técnica Especialista en Jardín de Infancia y Asesor Laboral)
“Porque para nosotros es muy importante el desarrollo de la persona.” Tamara Barba y Guillermo Blázquez, padres de Guillermo y Leo. (Restauración y empresario hostelero)
“Por la masificación. Las maestras de la escuela pública es imposible que puedan atender a todos los niños. Cuándo sean más mayores ya vivirán en ambientes masificados y con estrés. Además, la escuela pública hace exclusivamente hincapié en materias académicas y trata a los niños por el resultado. A día de hoy, no nos interesa que nuestro hijo se dedique a pintar fichas. Todas las cosas que ha ido aprendiendo han sido sin fichas y en base a su curiosidad.” Alicia, mamá de Eduardo.
“La escuela pública o convencional no nos sirve porque no nos ofrece las garantías que sí ofrece la pedagogía Waldorf.” Manuel y Ana, padres de Claudia y Lucas (Finanzas y fisioterapia).
“Porque es un modelo educativo caduco que convive en la pública, la privada y la concertada, heredado de la industrialización que pretende seguir produciendo obreros en serie... Totalmente descontextualizada con la sociedad actual. Un modelo basado en los aprendizajes memorísticos, poco significativos y nada funcionales... Que no tiene en cuenta lo individual y que prima los contenidos y los libros de texto sobre las personas y su felicidad. Y cuando digo personas, incluyo a toda la comunidad educativa, no sólo a los niños y niñas, porque me consta que hay muchas familias y muchos maestros y maestras que no son felices con este modelo y luchan, o querrían saber cómo hacerlo, por un cambio radical de la educación en nuestro país.” Conchi y Merche, mamás de un niño de 2 años. (Pedagoga y médico)
“La finalidad del sistema educativo convencional, similar a todos los que han sido elaborados por la Iglesia o el Estado es la de construir el tipo de persona que precisan para mantener su estructura social, su poder y su autoridad. La escuela “estatal”, ya sea pública o privada tiene la finalidad de educar para su sistema, es autoritaria, represora, memorista y discriminativa; es decir, instruye y educa para construir un tipo de persona, una persona fácil de controlar y dominar, la misma que necesita para perpetuar este sistema social. No creyendo en este sistema social y lo que el mismo conlleva, la escuela estatal no es para nuestra hija.” Joseph y Bárbara, padres de Lola de 6 años. (Profesores)
¿Por qué una escuela de modalidad libre?
“En una escuela de modalidad libre se da más importancia al desarrollo integral del ser humano. Se combina el aprendizaje intelectual con aspectos sociales y de valores por lo que el niño es capaz de explotar mejor sus capacidades. Se siente con más libertad para expresar su individualidad y que su potencial sea valorado. La escuela libre no ciñe la valoración del niño a los mínimos exigidos por la normativa educativa de turno, si no que preserva una capacidad de expresión de sus necesidades y potencialidad, dándole herramientas y espacios para que pueda desplegarlas. La enseñanza no está centrada en aprender, si no en ser.” Gemma y Fran, padres de Lucía y Maya. (Profesora universitaria y Asesor de calidad)
“Porque son escuelas libres, libres de religión, empresas y política. Son escuelas auto-gestionadas, lo que conlleva una gran implicación por parte de los padres, trabajo cooperativo y libertad curricular. Estas escuelas crean un ambiente de libertad y respeto mutuo en la que los niños crecen, se desarrollan y aprenden a través del juego, la experiencia y las vivencias. En estas escuelas se enseña a vivir en libertad, se practica la igualdad, la solidaridad, la justicia, la no violencia, el trabajo cooperativo y el respeto. Por todo lo anterior, la escuela libre es la escuela que deseamos para nuestra hija.” Joseph y Bárbara, padres de Lola de 6 años.
¿Tuvisteis dudas? ¿Qué es lo que finalmente os convenció?
“Desde un primer momento hemos tenido muy claro que el tipo de educación que damos a nuestros hijos es esencial tanto para su propio bienestar como para el del resto de la sociedad, y que una parte fundamental de esa educación es la recibida en la escuela. Por tanto, buscando la mejor opción, nos decidimos por Madreselva”. José Manuel y Dolores, padres de Olivia. (Fisioterapeuta y Operario industrial)
“Tuvimos muchas dudas por diferentes motivos, principalmente económicos y organizativos. A todos los niveles nos supone un mayor esfuerzo que el haberla llevado a otro tipo de espacio, de eso no hay duda; los contras se nos planteaban más en relación a nosotros los adultos, los pros todos a favor de Iris, de su educación y de ofrecerle esta oportunidad única e irrepetible a la que, de momento, nos estamos adaptando todos pero que a su vez, parece ir sobre ruedas. Pensar en su bienestar fue lo que, finalmente, nos convenció.” Mara y Raúl, padres de Iris. (Educadora social y Relaciones Laborales)
“Sí, claro que tuvimos dudas. Tuvimos dudas, miedo a cometer un error, miedo a ser juzgados…tantos dudas y miedos que ahora, desde la lejanía nos parecen insignificantes… Escuchar y observar a nuestra hija, atender sus necesidades verdaderas como ser humano independiente, esto derrumbó nuestros miedos y nos dio la confianza que necesitábamos, ella nos trajo aquí.” Joseph y Bárbara, padres de Lola de 6 años.
“Tuvimos muchas dudas. Muchas. A nivel económico la cosa era complicada, los horarios no nos cuadraban y tuvimos que hacer muchas cábalas para encajar todo, pero finalmente nos decidimos. Gadea estaba ya matriculada en un cole público, y el día en que me entregaron un papel con el nombre y precios de los libros de texto que necesitaría nuestra hija en su primer año de infantil puse el grito en el cielo. Cuarenta euros en un libro de inglés!!!!! Ningún niño de tres años necesita un libro de inglés, ni de nada, a no ser cuentos que compartan con sus padres, abuelos, etc… (soy profesora de inglés, y sé de lo que hablo; esto aumentó mi indignación).
De modo que esa misma mañana me presenté en la asociación para informarme. Concertamos una cita con Lidia, la maestra, y volvimos. La charla y el espacio fueron tan reveladores que nos decidimos. Gadea entraría en Waldorf.” María y Eduardo, padres de Gadea. (Profesores)
“Ninguna, tanto analizando nuestra infancia y el sistema en el que nos hubiese gustado crecer, como viendo la sociedad que nos rodea, los valores de competitividad agresiva que centra nuestras vidas en la que sentimos que la gente casi nunca hace lo que le gusta, si no, lo que la titulación y las circunstancias les condujo a hacer, obviando capacidades e intereses y motivaciones, como desde nuestra experiencia en el medio educativo donde prima una desmotivación generalizada, donde se aprende para ganar dinero sin mediar motivación, ni felicidad alguna, nos dimos cuenta de que queríamos otro aprendizaje para nuestras hijas.
Creemos que el cambio del mundo empieza en la educación de nuestros pequeños, empieza en cambiar las prioridades, en preparar seres humanos íntegros y con valores y con ganas de aprender, vivir. Sabemos que el cambio del mundo empieza en crear hijos con conciencia y con capacidad para decidir. Y queremos poner estas herramientas en sus manos.” Gemma y Fran, padres de Lucía y Maya.
¿Por qué pedagogía Waldorf?
“Porque ya conocemos en profundidad el otro sistema y sabemos lo que no queremos, sin desprestigiar el sistema público por supuesto, aunque pensamos y defendemos que algún día este tipo de pedagogía también debería ser pública.” Rosalía y Antonio, padres de Diego.
“Por cómo se desarrolla el día a día, por la importancia que le dan al ser, por cómo estudian las materias, porque no existe competitividad.” Tamara Barba y Guillermo Blázquez, padres de Guillermo y Leo.
“Porque aborda la educación desde la persona, su ritmo, sus necesidades en cada momento, la globalidad de sus capacidades e intereses... Y no desde las prisas, la competitividad y la normativa.” Conchi y Merche. Mamás de un niño de 2 años.
“Por el ambiente familiar, porque se trabaja el tema de la alimentación, porque hay pocos niños por aula, porque juegan mucho y tienen contacto con la naturaleza. Creemos que todas estas cosas son las que tienen que hacer a estas edades.
Si hacemos caso a la información periodística y se hace una comparativa con otros países desarrollados, los niños empiezan a leer y escribir pasados los 6 años. ¿Por qué en España antes? ¿Por qué hay tanto fracaso escolar? ¿Por qué luego no comprenden los textos que leen?” Alicia, mamá de Eduardo.
“Elegimos la pedagogía Waldorf porque nos atrae su concepción del niño/a, respetuosa con el ritmo y la madurez individual de cada uno, la importancia que da a la naturaleza y la existencia de centros educativos en otros lugares de España que nos sirven de apoyo y de referencia.” Pedro y Patricia, padres de Pedro y Natalia. (Profesor universitario y enfermera)
“La elegimos gracias a la maravillosa terquedad de mi pequeño Andrés. El me empujaba a buscar otra cosa y yo como madre pedía encontrar algo que le hiciera feliz en su jornada escolar y un día recibí un regalo. Oí a una ponente que me encanta escuchar por internet decir que su hija le había dicho que quería aprender en los árboles, en un colegio Waldorf. Al oírlo me dio un vuelco el corazón. Ya solo pensaba en la Pedagogía Waldorf y ya solo quería eso para mis hijos. Me dejé guiar por mi corazón y allí no tuve dudas, sabía que era lo mejor para él. Algún miedo si me ha acompañado por las dificultades que claramente conlleva el salirte de la norma. Pero esas dificultades las vamos venciendo y que siempre sea así.” Pilar y Jesús, padres de Andrés y Héctor. (Profesora y maestro)
“Nosotros nos quedamos con la ESENCIA de las cosas, con las necesidades reales de los niños, la autonomía y el respeto. Sobre todo se les permite ser niños, respetando su ritmo y su desarrollo, sin juzgar. Ni son penalizados por no realizar algo ni son premiados por lo contrario.
Son ellos mismos quienes observan que trabajar en grupo conlleva unos beneficios y disfrutan haciéndolo, sin presión y respetándose los unos a los otros.” Jaime y Angélica, padres de un niño. (Ingeniero químico y nutricionista).
Construyendo Madreselva
No todas las ciudades españolas tienen una opción educativa Waldorf, pero como dice Gemma, si se quiere, se puede. Estas familias de Madreselva en Ciudad Real están trabajando mucho y muy duro para conseguir que ese sueño de una escuela Waldorf sea una realidad para sus hijos e hijas.
La Asociación desde el año 2013 está llevando a cabo las gestiones y permisos necesarios para poder disponer de un colegio que cumpla los requisitos exigidos por la Consejería de Educación para impartir Infantil y Primaria. Como parte de este proceso, comenzaron la búsqueda de un nuevo espacio más amplio y las propias familias han participado en la remodelación de un caserón manchego que puede cumplir los requisitos legales.
Este nuevo espacio se ha reconstruido íntegramente con los recursos económicos de las familias de la Asociación y donaciones de los allegados. El 70% de la mano de obra han sido las propias familias y han podido inaugurarlo el pasado septiembre de 2015.
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Después de tres años de andadura y un año renovando el nuevo espacio, dando las familias todo lo que son y lo que tienen, han agotado todos sus recursos. La Asociación tiene lo imprescindible para realizar su actividad en el espacio de juegos y actividades extraescolares, salvo un sistema de caldera y calefacción.
Por eso han pensado en pedir ayuda difundiendo su proyecto y presentando el calado social que tiene, ya que lo ofrecen como un proyecto autogestionado y abierto a todo aquel que quiera visitarles e incorporarse en esta andadura. Su proyecto es un servicio a la sociedad.
Waldorf Madreselva tiene la capacidad de transformar cada euro recibido en valores humanos y conocimiento.
Sus herramientas fundamentales para lograrlo son el amor, respeto, la atención individualizada y una implicación total por parte de familias y maestras.
Los frutos de todo este trabajo son la libertad y sabiduría generada en cada niño y niña. Y cada uno de estos niños y niñas sabios y libres serán el corazón de nuestra futura sociedad.
¿Les ayudas? La campaña se dirige fundamentalmente a financiar la caldera y calefacción del nuevo espacio.
Te animo a experimentar la maravillosa sensación de donar y darlo todo por una causa que repercute positivamente a toda la sociedad.
Por parte del blog y de nuestro pequeño Atelier hemos donado unas hadas Waldorf y también unos muñecos de nudos que se ofrecen como parte de las recompensas a las donaciones. Si echas un vistazo en las recompensas, te darás cuenta que están muy pensadas y que todas son regalos maravillosos.
Conoce el proyecto, dona y consigue una de sus preciosas recompensas artesanales aquí.
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