A menudo me preguntan por qué elijo la pedagogía Waldorf para mis hijos. Para contestar esta pregunta me gusta explicar mejor por qué no elijo la educación convencional. Todo el mundo conoce bastante bien el funcionamiento del sistema educativo que impera en las escuelas, después de todo, la gran mayoría hemos pasado por ellas, y creo que así es más sencillo de entender.
Estas son algunas de las razones que suelo exponer:
8 razones por las que NO elijo la educación convencional
(1) No deseo una educación en la que se permita y aliente la competencia, donde se recompense al mejor y al más capaz en aprendizaje de conocimientos.
(2) No quiero una educación donde no se valore que cada niño/a tiene su propio ritmo y sus propios talentos y que todos absolutamente todos pueden desarrollarse en su máximo potencial, en su ser profundo más elevado.
(3) No acepto una educación en la que no se dedique un tiempo y un espacio real al placer del arte y la música y a la propia creatividad como vía expresiva y de conexión.
(4) No entiendo una educación en la que no se trabajen conceptos esenciales como la conciencia, la honestidad y la responsabilidad, donde se celebre el “yo” pero también se valore al otro y a la comunidad.
(5) No valoro una educación basada en proporcionar respuestas, sino una en la que se fomente el formular preguntas y el pensamiento crítico, donde los niños/as puedan plantearse ¿estoy de acuerdo o discrepo? ¿Qué pienso de esto?
(6) No valido una educación enfocada en los conocimientos simplemente. ¿De qué sirve aprender solo hechos y datos? Desarrollar la memoria está bien pero nada tiene que ver con desarrollar la verdadera capacidad de cada niño/a.
(7) No elijo una educación en la que no se entienda que somos cuerpo, mente y espíritu, y que funcionamos en estos tres planos.
(8) No elijo una educación en la que a los más pequeños (de jardín de infancia) no se les introduzca al mundo con amabilidad y belleza, conectando con la naturaleza y cuidando mucho el modelo que les ofrecemos y lo que depositamos en su memoria.
Nuestra esperanza es la educación
La mayoría de nosotros soñamos con un mundo mejor. Si te paras a pensar un segundo en cuáles son los grandes errores que debemos corregir en este planeta seguro que aparecen alguna de estas palabras por tu cabeza: jerarquía de poderes, competencia, ambición, violencia como forma de resolución de conflictos, la explotación de recursos materiales y humanos,… ¿Realmente este es el mundo que queremos?
Creo que no. Y estoy convencida de que el inicio del cambio, su semilla y esperanza está en la educación. En una educación basada en la sabiduría y no en el conocimiento simplemente.
Una educación basada en la sabiduría
La sabiduría es el conocimiento aplicado.
Deberíamos empezar por ofrecer una educación que enseñe a las niñas y niños en cómo pensar y no en qué deben pensar.
Si basamos la educación en una mera exposición de datos y hechos, que nosotros los adultos consideramos que los niños deben entender y aprender como verdadero, les estamos diciendo qué deben pensar, pero no les estamos enseñando a cómo obtener sus propias conclusiones, su propia verdad.
El niño/a debe tener la oportunidad de descubrir el conocimiento por sí mismo. Porque el conocimiento que nos ha venido dado (el que memorizamos) se pierde, pero la sabiduría nunca se olvida.
¿Cuántas escuelas de hoy en día están enfocadas con gran énfasis en el conocimiento? La gran mayoría.
¿Te has planteado el por qué?
Si a mí me lo preguntasen respondería que si a los niños y niñas se les permite desarrollar sus propios procesos de pensamiento crítico, el día de mañana serán personas adultas libres, capaces de romper los estándares y la forma de vida que se supone que tienen que seguir, y eso no interesa al sistema establecido.
Por eso hoy en día en las escuelas se obliga a memorizar a los niños/as lo que el gobierno dice que deben aprender, pero no les damos herramientas para desarrollar su pensamiento creativo. No les permitimos que puedan explorar en profundidad un tema y sacar sus propias conclusiones, usando los instrumentos de su propia intuición y su conocimiento interno más profundo. Entonces, ¿cómo van a conectar consigo mismos, crecer y desarrollarse como seres humanos libres y completos?
¿Entiendes ahora por qué elijo la pedagogía Waldorf? Porque es una educación para la libertad e imagino que después de todo lo que acabo de explicar entiendes mejor a qué me refiero.
Y no quiero decir que sea la única ni la mejor, es simplemente la opción que nosotros elegimos porque resuena con nuestro yo más profundo y con el de muchas otras familias a lo largo del mundo que tienen este sentir y que con gran esfuerzo desarrollan e impulsan nuevas escuelas Waldorf, también en España.
Conociendo la escuela Waldorf de La Alpujarra
Hace unas semanas viajé a Granada en familia. Unos días para desconectar, tomar perspectiva y disfrutar de la paz y la armonía de La Alpujarra en Sierra Nevada. Estar allí siempre me reconforta, y me da energía, es uno de mis lugares favoritos del mundo, donde pasé todos los veranos de mi infancia y de donde viene todo mi linaje femenino. Es un lugar muy especial para mí, ojalá pudiera ir más de lo que voy.
Y aprovechando mi estancia por aquellas tierras pude visitar un proyecto Waldorf que me enamoró y que me interesa mucho dar a conocer: Escuela Waldorf La Alpujarra
(Todas las fotos que aparecen en este artículo las tomamos allí).
Una escuela en una finca preciosa rodeada de montañas con dos grupos de infantil y un proyecto de primaria en marcha, donde pude conocer a un claustro de maestras y maestros realmente entusiasta y comprometido y con un sueño…
El sueño de construir un edificio como sede de la escuela, un precioso proyecto de bioconstrucción que cumple con todos los requisitos que solicita el Ministerio de Educación y que aprovecha el espacio de la finca de forma ecológica y sostenible.
Campaña Crowdfunding Escuela Waldorf La Alpujarra
Las escuelas Waldorf, como la gran mayoría de escuelas con pedagogías alternativas, son escuelas privadas, en muy pocas comunidades autónomas hay concierto educativo, por lo que la inversión económica necesaria tiene que salir de la propia asociación fundadora. Por ello han iniciado hace poco una campaña de recaudación de fondos donde cualquier ayuda en la difusión o donativo es recibido de todo corazón.
Como dicen desde la escuela: “Con tu bondadosa aportación dejarás un legado para que muchos niños y niñas puedan tener la oportunidad de desarrollarse plenamente como seres humanos, y así poder crear un mundo más justo, mas amable y más respetuoso”.
su sitio
Por último me gustaría comentar que el proyecto Waldorf de La Alpujarra da respuesta a deseos genuinos que muchas familias me han hecho llegar en los últimos años. Familias que desean un cambio, algo mejor para sus hijos y que están dispuestos a moverse, incluso a mudarse, a irse a donde sea para poder ofrecerles una alternativa.
Mensajes así me llegan muchas veces:
Aguamarina, me gustaría ofrecerles a mis hijos/as una educación respetuosa, donde puedan crecer como seres libres y desarrollar todo su potencial, estamos dispuestos a trasladarnos a vivir a donde sea pero no sabemos por dónde tirar.
Quiero ofrecerles un lugar donde tengan contacto con la naturaleza y puedan jugar y crecer sin prisas.
Busco un sitio bonito y tranquilo, donde haya mejor calidad de vida.
Pero tiene que ser un lugar que podamos permitirnos. Bueno, pues Waldorf La Alpujarra es una opción bellísima que cumple todos estos requisitos y con un proyecto educativo muy trabajado y con una prospección de futuro muy positiva. Porque ese edificio va a ser una realidad, y muy pronto, ¡e iré a visitarlo!
¡Suerte amigos de La Alpujarra!
“Solo se dispensa al hombre el verdadero autoconocimiento cuando con amor se interesa por los demás; Sólo alcanza el hombre el verdadero conocimiento del mundo, cuando intenta conocer su propio ser.” – Rudolf Steiner
Aguamarina