Pues sí, existen y son más preguntas de las que podríamos imaginarnos. Sobre todo en lo que a la maternidad se refiere.
Si quieres saber qué preguntas deberías evitar, sigue leyendo y… ¡toma nota!
En mi caso, aprendí por las malas. Me casé muy jovencita y en aquél momento estaba más centrada en viajar y vivir una luna de miel eterna que en convertirme en madre. Por esto, al principio, la típica pregunta de “¿y cuándo vais a tener hijos?” no me afectaba lo más mínimo.
El problema vino cuando, sintiéndome preparada y deseando la maternidad, la pregunta llegaba, pero el bebé no. No hablo de familiares o amigos muy muy cercanos (madre, hermana, mejor amiga y YA), hablo de la gente que te cruzas por la calle, la vecina, la tía de tu primo que no ves más que una vez al año, la farmacéutica, la abuela del niño que vive en tu urbanización….
La gente no se da cuenta, estoy segura, de lo que conlleva esa pregunta. Se hace, como he dicho antes, como pregunta establecida a una pareja que se ha casado, se ha ido a vivir juntos, se ha convertido en tíos, o se ha volcado en su carrera, cuando una mujer decide no estar en pareja, o simplemente, cuando al que pregunta le viene en gana.
Sin embargo, esa pregunta tan típica, debería no ser típica en absoluto. Por diversas razones: uno, que es cosa de la pareja, y sólo de la pareja. Los demás sobran en esa conversación. Dos, porque muchas veces, o incluso aunque sólo sea algunas veces, la persona a la que se lo preguntan siente como su corazón se parte en dos con cuchillo de sierra…
Muchas de las mujeres que no tienen hijos, están intentando quedarse embarazadas y no pueden. Otras muchas han perdido un bebé recientemente. Algunas no quieren tener hijos, pero se sienten culpables cuando les hacen este tipo de preguntas, dando por hecho que sería lo políticamente correcto. Otras están centradas en su vida laboral y no quieren ponerla en riesgo, y a la vez sienten que se les acaba el tiempo y que luchan contrarreloj con su cuerpo. Aquellas siguen buscando al hombre adecuado y éstas sienten que para ser madre han de encontrar su propio hueco en el mundo…
Probablemente, sea cual sea el caso (y seguro que hay millones de situaciones de las que me estoy olvidando), como mujer, como ser humano, es muy frustrante. Te sientes triste e impotente… Echarías a llorar o a correr en el mismo instante en que escuchas ese tonito de: “¿y bueno? ¿Vosotros…” Porque ya sabes lo que viene después.
Así que por favor, madreybloggeros, seamos más empáticos. Que si la persona con la que hablamos nos quiere contar cómo se siente, lo hará. Seamos cuidadosos y respetuosos, que de eso va la convivencia, no?
Y por supuesto que, si os habéis sentido alguna vez en esta situación, o queréis compartir dudas, tristezas o inquietudes con nosotras, ya sabéis dónde estamos: ¡aquí, cuando lo necesitéis, esperándoos con los brazos abiertos!