No te acerques a ese perro que muerde
Pórtate bien (¿?) que el policía se enfadará
Duérmete o vendrá el hombre del saco
Y así podría seguir con unas cuantas más… Luego los pequeños de la casa tienen miedo y nos sorprendemos.
¿Hacemos a nuestros hijos miedosos? Pues muy posiblemente tengamos algo que ver en que lo sean. Algo en su ADN ya va incluido, porque tal y como vemos en el HermanoMenor, el pobre es un ‘cagao’. Nosotros no somos de los que decimos las frases con las que empezaba este post, pero tiene pánico a ciertas cosas (algunas bastante incomprensibles :P). Os dejo una pequeña lista:
Los paraguas
El ruido de la tele cuando no tiene canal
Un pequeño dron que tenemos (llega a temblar de pánico)
Una hucha de la que sale un gatito para coger las monedas (aunque parece que lo va superando).
La hucha terrorífica
Os imagináis que encima le dijéramos frases como las que he ilustrado al principio? Madre mía, lo tendríamos que meter en una burbuja… Lo que tenemos que hacer es fomentar su autoconfianza y hacerles valorar el riesgo/peligro de ciertas cosas para que, con el tiempo, sean capaces de gestionarlo de la mejor forma posible.
Hoy en día aún se escuchan muchos comentarios de esta ‘educación con miedo’, y lo mejor de todo es que algunos de los que la practican luego dicen que sus hijos tienen miedo. Por ejemplo, si les dices No toques a ese perro que te morderá, no es lo más logico del mundo que ese niño o niña tenga miedo a los animales? No olvidemos que nosotros, los padres, somos su principal referencia y las personas en las que más confían (sobretodo en determinadas edades). Si nuestra mayor referencia nos alerta sobre no tocar a un perro porque muerden, lo más probable es que sea verdad y lo mejor será no acercarse…
No grites/corras/juegues/<loquesea> que el policía se enfadará; veis correcto que nuestros hijos tengan miedo a determinados colectivos que en un momento puntual nos pueden ser de mucha ayuda? Si les hacemos coger miedo de la policía (o a los médicos, de los que también se oyen cosas) cómo vamos a pretender que recurran a ellos si algún día los necesitan por algo (por ejemplo, si se pierden?).
Eduquemos en positivo, al final es lo más sencillo! A veces nos implica un esfuerzo extra porque muchos de nosotros hemos sido educados de esta manera pero que se haya hecho siempre no quiere decir que esté bien hecho...