Hoy en día aún se oyen muchas cosas como:
Hay que hacerlo en verano
Cuando decidas quitarle el pañal tienes que
Tienes que insistirle mucho
Tienes que encerrarte en casa
Pues no.
Tras mucho leer y escuchar a gente que sabe del tema nos quedó bien claro una cosa: No es algo que podamos decidir nosotros. Se trata de un proceso madurativo y como tal ni se aprende ni se enseña. Dejemos de hacer las cosas cuando a nosotros nos vaya bien y tomemos conciencia de hacerlas cuando tocan.
¿Que debe ser el propio niño que decida cuándo a hacerlo? Pues esperaremos y pese a la tensión autoimpuesta porque este septiembre ya empieza el cole de los grandes, tuvimos paciencia y confiamos en él. Finalmente, el día llegó hace poco:
- No vull bolquer, sóc un nen gran (No quiero pañal, soy un niño grande).
Pues nada, si no lo quieres, lo quitamos Al principio seguíamos actuando igual; hacíamos el gesto de ir a ponerle el pañal y, si nos decía que no lo quería, no se lo poníamos. Por supuesto, algún escape hubo (un par o tres, no más) pero el tema no pasó de ahí; cada vez lo llevaba menos y, cuando nos quisimos dar cuenta, se había pasado todo un día sin pañal: Ya estaba hecho.
Desde ese día no le hemos vuelto a poner pañal salvo para dormir (y creo que no vamos a tardar mucho en abandonarlo) y solo hemos tenido un par de escapes húmedos y uno sólido. Vamos, un balance genial!
Estamos muy contentos con este proceso y el peque lo ha gestionado completamente a su manera sin presiones de ningún tipo. Eso nos reafirma que hemos hecho lo que tocaba cuando tocaba.
De hecho, podríamos decir que esta operación pañal 2.0 no ha existido.
Si estáis o vais a estar en este proceso no os dejéis llevar por los tópicos leed sobre el tema y no tengáis prisa, de verdad. Anticiparse no es buena idea.