La leche materna es una fuente de alimentación saludable que aporta todos y cada uno de los nutrientes que el bebé necesita hasta los 6 meses de edad, siendo aconsejable su consumo prolongado hasta, al menos, los dos años. A partir de los seis meses, se debe comenzar a introducir alimentación complementaria que garantice la adquisición de todos los nutrientes que requiere el bebé para seguir desarrollándose, y no es hasta los 9 o 12 meses cuando se recomienda introducir lácteos de origen animal en la dieta.
Aunque para muchos pueda resultar un tanto sorprendente elaborar recetas con la leche materna, lo cierto es que desprendiéndonos de prejuicios, no hay nada más sano y natural que la propia leche de la madre para un niño. Ya sabéis que somos la única especie que consume leche de otros animales, incluso en edad adulta; pero esto, no nos convierte en seres más razonables. Lo razonable sería consumir únicamente la leche de nuestra madre hasta que la fisiología nos permitiese comer otro tipo de alimentos, ¿me equivoco?
¿Cómo elaborar recetas con leche materna?
Ten en cuenta que cuanto más sencillo sea el proceso, más probabilidades hay de que sigas elaborando recetas a partir de tu leche materna. Si te resulta engorroso y tedioso, probablemente acabes acudiendo a leches maternizadas o adaptadas, y eso no es lo que quieres.
Hay quienes intentan hacer creer que usar leche materna para elaborar comidas es un acto inapropiado e incitan a que las madres donen su leche en lugar de utilizarla para hacer recetas. Sin embargo, no tiene mucho sentido donar nuestra leche y dar leche de vaca a nuestros propios hijos. Mirar por la salud de nuestros bebés no nos convierte en personas egoístas, quiero que te quedes tranquila con respecto a esa idea.
Otro de los aspectos importantes es que utilices hábitos óptimos de higiene siempre que extraigas y manipules la leche. No es necesario hervirla, pero sí que mantengas la pulcritud y el cuidado en todo el proceso.
Asimismo, es recomendable que utilices la leche materna recién extraida; también puedes congelarla de forma organizada y por pequeñas cantidades, o bien, reservarla en el frigorífico si vas a hacer uso de ella en el mismo día. En caso de utilizar leche materna descongelada, recuerda que no podrás volver a congelar el sobrante.
Recetas con leche materna
¿Recomendaciones? Tortitas de avena, bizcocho de coco y albóndigas de mango; todas estas recetas contienen entre sus ingredientes leche de coco, la cual, puede sustituirse por leche materna sin ningún tipo de problema.
Helado de leche materna
Ingredientes para 2 helados:
160 ml de leche materna (o la cantidad necesaria según la capacidad del molde utilizado).
Fruta (opcional).
Elaboración helado con leche materna:
Extrae la leche necesaria y rellena los moldes de helado.
Lleva al congelador y ofréceselo a tu bebé una vez esté congelado por completo.
Puedes almacenarlos en el congelador durante 4 – 6 meses, aunque probablemente, tu bebé los devore mucho antes. Opcionalmente y si tu bebé tiene al menos los 6 meses de edad, puedes incorporar a la receta trozos pequeños de fruta madura.
Papilla de pollo y verduras con leche materna
Ingredientes:
1 zanahoria pequeña.
1/2 batata.
1 puerro.
1 trozo pequeño de pollo.
200 ml de leche materna.
Agua.
Elaboración:
Lava las verduras y córtalas en trozos medianos.
Pon agua en una cacerola e incorpora las verduras y el trozo de pollo. Cocina durante 15 – 20 minutos hasta que las verduras y la carne estén bien cocidas.
Lleva los ingredientes cocidos a un vaso de batir o procesador de alimentos y tritura hasta formar una pasta espesa.
Agrega leche materna al gusto, hasta conseguir un puré con la textura y consistencia deseada.
Si te gustan los purés, te aconsejo que pruebes a hacer este puré de patatas incorporando unos 40 ml de tu leche materna a la receta. El resultado enamorará a tu bebé. Asimismo, puedes utilizar tu leche para elaborar cualquer tipo de batido de frutas.
Espero que estas recetas con leche materna te sirvan de inspiración para crear tus primeros platos a partir de tu propia leche. Recuerda que tu leche puede simplemente sustitur a la leche de vaca o a la leche vegetal de cualquier receta. Elige una receta cuyos ingredientes sean aptos para tu bebé e incorpora las propiedades de la lactancia a las primeras comidas de tu hijo, ¿hay un regalo mayor que ese? Yo creo que no.
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