Finalmente me incorporé a clase el día uno de marzo y desde entonces han ocurrido muchas cosas.El retomar las cosas, la vuelta a la rutina, el que los peques vuelvan a verme como su seño, el que haya dos soletes nuevos en clase, que no me conozcan y tengan que habituarse a mis locuras, el compaginar mi nueva vida con la antigua han sido mucho cambios, muchos, muchos, pero creo que los hemos sabido llevar como verdaderos campeones.
Este curso de cinco años siempre lleva muchas responsabilidades añadidas, el tema de la lectoescritura es muy recurrente, pero supone una carga añadida al final de este curso. Yo soy partidaria y de la opinión (tras mas de 10 años de ser seño) de que cada pequeño tiene su momento.
No somos lechugas que se nos plantan y en x tiempo tenemos que salir, somos personas, individuos diferentes los unos de los otros y por eso mismo cada uno tenemos nuestro momento para todo. A mi me gusta ver la lectoescritura desde un prisma bonito,en el que cada individuo, cuando ve la necesidad de ella, la disfruta y la saborea y poco a poco la va exprimiendo. Pero para esto debemos encontrarle el gusto, el gusto por escribir, por leer, eso, sólo se logra cultivándolo día a día, mostrándolo y no imponiéndolo. Nuestros pequeños han de disfrutar con este encuentro y no verlo como un momento de tortura, si lo ven así, algo no está funcionando, algo falla.
Uyyy que se me ha ido... ya me he puesto a divagar...
El caso es que yo quería contaros lo que he ido viendo en mis tesoretes, en mi vuelta a clase. Los he visto muy mayores y algo cambiados, ha pasado casi un año y eso, en unos peques es mucho tiempo.
En este segundo trimestre han trabajado el proyecto de la vuelta al mundo y gracias a la seño Gema han aprendido muchísimas cosas, han visitado muchos paises y han conocido muchas cosas de lugares de lo más exóticos. Así cada día en el rincón de juego donde les tocaba participar les he ido pidiendo que hicieran cosas de las que habían conocido. Así un día con los pinchitos hacía banderas de diferentes paises, otro día dibujaban en las pizarras cosas de Egipto, en otro rincón con la plasti hacían momias y pirámides, o bien con las construcciones creaban por su cuenta y riesgo la GRAN MURALLA CHINA. Ha sido todo un recorrido por el mundo. Con muchas sorpresas.
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