La insólita vuelta al cole
Este es el primer año que mi peque mayor va al cole, ya es todo un caballerete de 3 años, un señor con lengua de trapillo que se aturulla cuando tiene muchos pensamientos y no le salen al hablar.
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Después de mi andadura en la guarde en años anteriores, esto no tiene nada que ver, no, no… No me acordaba que esto ya no es una guarde, es el cole de los niños grandes y que me guarda la insólita vuelta al cole.
El primer día de cole iba más nerviosa yo que él, se ha tirado cada día del verano preguntándome cada mañana: Mamá, ¿hoy vamos al cole de los niños grandes? Que ganas e ilusión le ha puesto todo este tiempo a ir al cole de los niños grandes, y no es para menos, es un colegio molón, de esos que tienen en el patio: Toboganes, árboles donde trepar, neumáticos para jugar y el juego estrella del patio: “El arenero” ese “artilugio” que en vez de devolvernos a nuestros pequeños tal y como los dejamos, llegan siendo una mini croqueta, llenos de arena de la cabeza a los pies, y sobre todo, ¡los pies! da igual las veces que le intentes quitar la arena, siempre saldrán toneladas, una y otra vez… pero me quedo con que vale mucho más lo bien que se lo pasa haciendo castillos de arena que la playa que tenemos montada en casa de tanta arena en los pies.
Lo que más me gusta de este cole es que es un cole respetuoso con los tiempos de los niños, trabajan por proyectos y hasta los 6 años no les enseñan a leer y a escribir, se que a mi peque le irá genial ahí.
Otra cosa, el mogollón de madres y padres que se juntan en la puerta del cole con la misma ilusión que nosotros, pero si a eso le sumamos abuelos, tíos, vecinas de las abuelas y el frutero, estamos en un “que no cabemos” ¡madre del amor hermoso! Que si, que a mi también me hace mucho ilusión que mi hijo empiece el cole, pero no hace falta que vengan una tropa militar por cada niño para acompañarlo.
La semana pasada cuando fui a recoger a mi gordote, había una madre en la zona donde debemos esperar a que sea la hora para recoger a los peques, en el patio del recreo había muchísimos niños pequeños jugando, a simple vista no sabría decir la edad que tenían, podrían ser perfectamente de la clase de mi hijo, y a eso que se me acerca esta madre, la cual es madre de un niño que está en la clase de mi hijo y me dice: Mira, allí está mi niño, mira, mira, allí está sentado jugando, ¿lo ves? Todo eso con un tono de voz de hormiga, que bajito hablaba… Y yo siendo amable le sonreía y le decía: Si, si… No podía decirle otra cosa, no sabía si era su hijo el que estaba allí y si ella lo decía, pues sería verdad, sale la seño a abrir la puerta de clase para que podamos recoger a los peques, ¡los niños no estaban en el patio! Estaban en clase, ¿de dónde se sacó esa buena mujer que su hijo estaba allí sentado jugando si el niño estaba dentro de clase? Me entraron ganas de reírme a carcajadas, pero pobrecita, no tiene culpa de ver menos que cuatro en burro.
Y esto solo ha hecho empezar… ¿Qué me deparará el futuro escolar de mi peque? ¿Grupo de whatsapp? ¿Más señoras que ven menos que un gato de escayola? ¡Bienvenido sea todo!
¿Y a ti te ha pasado algo particular en los primeros días del cole?
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