Hoy es uno de esos días en los que ya podemos decir que se acabó la Navidad y, por tanto, ya viene siendo hora de volver a la normalidad. Creo que más de un papá y mamá estarán de acuerdo conmigo. Finalmente dejamos atrás comilonas y excesos de todo tipo para retomar las tan necesarias rutinas. Y es que las rutinas son necesarias para todos, mayores y pequeños.
Consideraciones previas
Este post lo escribí cuando mi hijo mayor tenía tan solo 5 años. Hoy cuando reviso lo que entonces escribí, él ya tiene 11.Hoy, a pocas horas de dar por terminado este periodo navideño, actualizo este post y me doy cuenta que es aún muy actual. Por esta razón dejo partes sin retocar, sin cambiar ni un punto ni una coma. Dejo la edad de mi hijo en ese momento y las cosas que me decía, porque es muy probable que a los tuyos les pase lo mismo y encuentres en mis palabras cierta semejanza en lo que os ocurre.
Se acabó la Navidad y empezar con las rutinas no es fácil
Tras unas vacaciones de algo más de dos semanas nuestros hijos han disfrutado al máximo de estas fiestas, de Papá Noel, los Reyes Magos, los turrones, otros dulces, regalos y más regalos. Pero ya es momento de despedirse de estos días de ocio y volver a las rutinas.Es hora de volver a acostarse pronto y madrugar, hora de volver a comer sano, sin tantos postres dulzones. Hora de seguir con las rutinas de clases extraescolares, deportes o idiomas. Hora de volver al cole.
Se acerca el momento y los peques lo saben. Ayer mismo, cuando acostaba a mi hijo Marc de 5 años me miró lloroso y me dijo Mami, quiero que me desapuntes del cole, quiero aprender contigo.
Pues sí, tras las vacaciones nuestros hijos pueden reaccionar de este modo, no queriendo volver al cole. Hablamos de ello en un artículo dedicado precisamente titulado : mi hijo no quiere ir al cole y uno de los puntos tratados era precisamente las vacaciones de Navidad.
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Sí, tras un periodo de vacaciones en las que los niños lo han pasado muy bien les cuesta dejar sus juguetes nuevos para cumplir con los horarios escolares. Paciencia. Pronto vuelve la normalidad. Los primeros días serán un poco duros puesto que el organismo tendrá que readaptarse y encontrar de nuevo el equilibrio pero por suerte esto no requiere mucho tiempo, pronto volveremos a la normalidad, grandes y pequeños.
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Fuente: este post proviene de Mamá psicóloga Infantil, donde puedes consultar el contenido original.
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