El nacimiento de un hijo, una visita inesperada al dentista o el regalo de fin de curso pueden requerir de algún dinero extra que no teníamos previsto.
La economía familiar requiere muchas veces de precisión y de hacer muchos números para poder cuadrar las cuentas a fin de mes: colegios, uniformes, actividades extraescolares o material escolar son gastos con los que solemos contar mensualmente y los tenemos previstos. Pero, ¿y si nuestro hijo se rompe un diente y tenemos que ponerle uno nuevo? O ¿hay un nuevo nacimiento en la familia? ¿O nos sorprenden en la comunidad de vecinos con alguna derrama extra? ¿Se ha derramado un vaso de agua en el portátil y se ha estropeado?
Una de las soluciones más rápidas para obtener el dinero del gasto extra es acceder a los créditos rápidos. Este tipo de créditos suelen dar una cantidad pequeña de dinero (hasta 300 euros) rápidamente, aunque también hay que devolverlos en un periodo de tiempo muy pequeño. Si usamos este tipo de créditos hay que tener en cuenta este plazo impuesto por la entidad financiera, y estar seguros de que vamos a poder devolver la cantidad que nos indican en el plazo fijado, ya que si no lo hacemos los intereses se elevarían. Habitualmente en la página web de este tipo de créditos rápidos cuentan con un simulador que nos dice qué interés se nos está aplicando y el total que vamos a tener que devolver.
Según el estudio que realizó una entidad financiera el año pasado, el coste de tener un hijo supone un total de 19.000 euros durante los tres primeros años, contando todo lo que alimentación, vestuario y mobiliario, educación, higiene, salud o celebraciones sociales como el bautizo.
En el caso por ejemplo de un bautizo, en el que el coste puede rondar desde los 700 a los 3000 euros dependiendo del lugar dónde lo celebremos y el número de invitados podemos hacer una planificación financiera para llegar a ese día más desahogados. Así, podemos ir destinando una cantidad mensual para este fin, por ejemplo 100 euros. En mi caso yo creé una cuenta alternativa en mi entidad bancaria en la que depositaba esta cantidad todos los meses. Prefería hacerlo de esta manera ya que en otras ocasiones había utilizado una hucha, pero al tener el dinero en casa si necesitaba efectivo siempre recurría a ella, por lo que al final el ahorro no era tanto como el que yo quería.
Otro caso que nos puede ocurrir es que se nos rompa algún electrodoméstico imprescindible para el hogar (la caldera, nevera, lavadora etc.). En este caso es importante que, aunque nos corra prisa, no nos precipitemos y miremos bien en diferentes tiendas ya que la diferencia de precio puede ser importante. Según un estudio que realizó la OCU una familia logró reducir hasta 6.000 euros al año sus gastos entre, otras muchas cosas, comparando supermercados, seguros, gas o telefonía.
Algunos economistas como Nicolás Litvinoff aconsejan ahorrar un 10% de nuestros ingresos directamente antes de que empecemos a gastar. Así, si por ejemplo ganamos 1.000 euros al mes, tendríamos que guardar directamente 100 euros en nuestra cuenta de ahorro.
Para finalizar, en los últimos años también han surgido aplicaciones móviles que nos facilitan la tarea de controlar nuestros gastos mensuales, y sobre todo, saber en qué nos lo gastamos. Una de ellas es Fintonic, disponible tanto para Android como para IOS, y que nos permite asociar nuestras cuentas bancarias con la aplicación e indicar que gastos quieres tener registrados.
Lo que está claro es que teniendo hijos los imprevistos económicos suelen estar a la orden del día, y es mejor que conozcamos de antemano todas las opciones disponibles que tenemos para afrontarlos para poder salir airosos de esta situación.
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