Lo vamos llevando más o menos bien, con días buenos y malos, pero vamos mejorando nuestra relación con los peques.
En este reto nos hemos ido encontrando con muchas mamas dispuestas a conseguirlo, y sobretodo tres que ya conoces (Nuria, Ana y yo misma). Nos hemos unido con diversas propuestas para ayudar al resto de mamis a lograrlo.
Tenemos el grupo de Facebook, En Casa Ya No se Grita y ElConsultorio de Mamy. Además de estar disponibles para hablar con cualquiera que lo necesite.
Pues no contenta con todo esto, Nuria ha decidido crear un Taller On-line Gratuito para ayudarnos a lograr este objetivo.
El Taller me enamoró en cuanto leí el nombre: "Cambiando gritos por besos y abrazos".
¿No os parece genial el nombre? Ya solo con eso, promete.
Pero es que va más allá. Será un taller on-line gratuito de nueve semanas en el que tomaremos conciencia de que es mejor educar sin gritar y, mediante ejercicios muy sencillos, adquiriremos hábitos que nos ayudarán a conseguir nuestro objetivo, que EN CASA YA NO SE GRITE.
Bueno, Nuria nos ha utilizado de conejillos de india a mí y a Ana MamadeVerdad para que expliquemos nuestra experiencia con los ejercicios, así que, allá voy.
Día 1: ¡Abrázame!
Nuria nos habla de la importancia de los abrazos en la relación con nuestros peques y nos propone una serie de ejercicios. Puedes verlo aquí, donde lo explica muy bien.
Ejercicio 1. Tenemos que ser conscientes de la cantidad de abrazos que damos a nuestros hijos. En mi caso es curioso, porque es diferente la cantidad de abrazos que doy a la peque que a la mayor. No es que quiera más a una que a otra, es que a una le gusta más abrazar.
La mayor, desde bebé, ha sido más despegada, no le han gustado los brazos y ahora hay que buscarla para darle un abrazo. Lo que no quiere decir que no le gusten, le encantan, y se pone muy contenta de que le demos abrazos.
La peque es muy pegajosa, desde bebé buscaba los brazos y ahora está todo el día demandándolos. Hasta hay días que estoy en el baño (aunque suene mal contarlo), y se pone delante con los brazos abiertos esperando el abrazo.
Lo que si sé, es que nos abrazamos bastante en casa.
Yo soy muy de abrazos, mi marido y yo nos abrazamos mucho también.
Ejercicio 2. Tenemos que marcarnos un objetivo diario de abrazos. Nuria nos propone no dar menos de 3 abrazos (sin motivo ninguno).
En mi caso tres me parecen pocos, pero me los he marcado como mínimo y de ahí en adelante está bien. Aunque he de decir que desde que empezamos el ejercicio hemos superado ese número con creces todos los días.
Ejercicio 3. Hablar con tus peques y compartir la idea de darse cada día más abrazos.
He de decir que yo, antes de hablar con ellas, empecé a ponerlo en práctica yo. Y ya noté que ellas estaban receptivas, cada día daban más abrazos, más largos y sin razón ninguna.
Ejercicio 4. Ponemos todo esto en práctica. Como ya os he dicho, a mis peques les encantó la idea.
Ejercicio 5. Este ha sido mi favorito, y es que nosotros ya lo hacíamos. Le ponemos nombre a los abrazos. Os digo los que tenemos nosotras y, si queréis nos contáis los vuestros.
Abrazo "chillao". Es el que se da apretando y acompañado de un gritito. Este es el favorito de mi suegro, que es el que se lo enseñó a mis hijas.
Abrazo "cosquillero". Que no es otra cosa que abrazar mientras hacemos cosquillas. Y este le encanta a la peque de la casa, aunque todos disfrutamos con él, jejeje.
Abrazo "quitapenas". Este nos lo hemos inventado hace poco. Consiste en abrazarnos cuando estamos tristes o un poco serias. Lo que hacemos es abrazarnos y dar saltitos. Es inmediato, nunca necesitan un segundo abrazo "quitapenas", a la primera aparece una sonrisita en la cara de quien estaba triste, aunque la peque es muy listilla y dice que sigue enfadada para recibir un segundo abrazo, jejeje. Y yo no se lo niego.Mi conclusión.
¡¡¡ME ENCANTA DAR ABRAZOS!!!
Yo me pasaría el día abrazada a mi marido y mis peques.
En cuanto a mis peques, he notado que dan más abrazos y entre ellas se abrazan también más.
Mi hija mayor tolera más los abrazos sin razón. Al principio me costaba aguantarla contando hasta 10 para que fuera un abrazo más o menos válido. En seguida se intentaba apartar. Ahora aguanta bastante más, aunque no todo lo que me gustaría, que yo soy muy pesaíta, jejeje.
De echo, la otra mañana se metió conmigo en la cama y la abracé. su reacción fue acurrucarse más a mi y decir "Qué a gustito así abrazaditas y tranquilas". Se me caía la baba y estuvimos un buen rato así, súper a gusto. pronto cambiamos los abrazos cariñosos por abrazos "cosquilleros" y empezamos la "guerra", jejeje. Pero esa ya es otra historia.
No os perdáis la historia de Ana Mamá de Verdad sobre este primer ejercicio del taller, como veréis, no soy a la única a la que le está funcionando esto de dar abrazos.
Estoy encantada con el taller, estoy feliz de haber conocido a Nuria y haberme dejado aconsejar por ella en muchos casos.
Estoy deseando empezar con el próximo ejercicio!!!