Esta es la tercera semana ya y el tercer ejercicio.
No os perdáis los anteriores aquí y aquí.
La verdad es que nos está yendo muy bien, estamos mejorando cositas, aunque la semana pasada no nos fuera del todo bien.
El ejercicio de esta semana a mí, personalmente, me ha encantado, porque teníamos que pensar en nuestros peques, "analizar" su personalidad, sus cosas buenas y no tan buenas.
Me gusta porque me da también la posibilidad de presentaros a mis peques y que las conozcáis un poco mejor, aunque en el blog hablo de ellas y ya os he contado cositas de su personalidad, como la imaginación que tiene mi peque inventando a su amiga imaginaria o las decisiones maduras que empieza a tomar mi mayor.
Nuria os explica aquí el ejercicio, yo os dejo con mi experiencia con él:
TODOS TENEMOS CUALIDADES
Mi niña mayor es todo AMOR, es buena, muy cariñosa y sensible. Muy educada, obediente y cuidadosa. Y muy lista, tiene facilidad para aprender. Una vez que se la conoce, se la adora, porque es toda bondad y dulzura.Pero claro, en el ejerció teníamos que ver también los aspectos de su personalidad que nos gustan menos y consideramos negativos.
Es llorona, demasiado introvertida y vergonzosa y muy impaciente.
Pero ahora viene lo bueno.
¿Son tan malas esas cualidades que he puesto como negativas? NOOOO
Que sea llorona la hace sensible, es muy empática, se pone en la piel de los demás y siente que pasen cosas malas. Esto le va a ayudar a ser una buena persona y cuidar de los demás. Ahora nuestro trabajo es ayudarla a gestionar esta sensibilidad, porque tampoco es bueno que sufra por todo. Tiene que aprender a gestionar esos sentimientos que le rondan la cabeza.
Introvertida y vergonzosa. Podemos decir que es una niña reservada y eso no es nada malo. Será una persona cuidadosa con sus cosas, sobre todo con sus sentimientos, de esta manera no le harán daño. Ahora bien, como en el caso anterior, tiene que aprender a gestionar estos sentimientos, saber en quién puede confiar y con quién se puede abrir. Y aquí estoy yo, para escucharla cuando quiera hablar y ayudarla a soltarse más con quien tiene que hacerlo.
Lo de impaciente es algo más complicado, porque en ocasiones hay que ser pacientes y esperar las cosas con tranquilidad. Pero si es impaciente, lo es. Esto le puede servir para buscar alternativas para poder lograr lo que quiere.
Y mi pequeña es especial, al igual que la mayor, claro. Es muy alegre y simpática. Muy despierta y espabilada. Y, al igual que su hermana, es muy lista, aprende a marchas aceleradas. Llama la atención desde el primer momento que la conocen.En cuanto a lo "negativo". Es muy cansina, no calla ni debajo del agua. Cabezota y desobediente. Y ahora se está volviendo bastante mentirosa.
Y como antes, vamos a ver como esas cualidades "negativas", no lo son tanto.
Lo de que sea cansina es muy sencillo, es una niña muy extrovertida, le encanta hablar y contar sus cosas. Eso es bueno, lo único que tiene que aprender unas simples normas de educación, para respetar el turno de palabra y bajar el tono de voz.
Es mentirosa, le encanta inventar historias. Puede ser escritora de relatos fantásticos de mayor, no? Tiene muchísima imaginación. Solo tiene que aprender a diferenciar cuando cuenta una historia inventada y cuando real.
Cabezota, testaruda. No es tan malo, esa cualidad le ayudará a conseguir lo que quiere, a ser persistente cuando quiera algo, no?
Lo de desobediente parece que no tiene parte positiva, pero si te paras a pensar en el futuro, si tiene su lado positivo. A mi meda mucha rabia que no me haga caso cuando le digo las cosas, que recoja sus juguetes, que se lave los dientes? Pero, realmente quiero que sea obediente siempre? Que haga todo lo que le dicen? NOOO
Quiero que sea capaz de tomar sus propias decisiones, de hacer valer su opinión y a revelarse cuando algo no esté bien. Y desobedeciendo a sus padres está aprendiendo a hacer valer su opinión. Sólo tiene que saber que las normas que se ponen en casa son por el bien de todos y hay que cumplirlas. Por eso es bueno poner las normas por consenso, debatiendo con ellos lo que queremos y lo que quieren, para que no sea una orden y punto.
Hasta aquí el ejercicio de esta semana.
De verdad, os aconsejo que los hagáis. Este es genial.
Yo he aprendido a ver las cosas que no me gustaban de mis hijas, que me parecían cualidades negativas de su personalidad, como cualidades positivas para el futuro, que las ayudarán, dentro de su personalidad, a ser mejores personas.
Veo que algunas de estas cualidades son oportunidades que tenemos para ayudarlas a mejorar y a convertirse en los adultos que queremos que sean.
No dejéis de leer cómo le ha ido a Ana Mamá de Verdad esta semana. Habrá llegado a las mismas conclusiones que yo? Podéis verlo aquí.
Muchas gracias por acompañarnos en este taller.
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