Taller on-line: Cambiando gritos por besos y abrazos.
¡Hola! ¿Cómo estás? Ya va quedando menos para llegar al final del taller. Los ejercicios más importantes ya los hemos visto, pero también han sido los más complicados por lo que seguramente aún estás esforzándote mucho por llevarlos a la practica. No dejes de hacerlos puesto que son hábitos que nos ayudan a vivir mucho más relajados y felices.
Hoy te propongo un juego con más beneficios para los niños que para ti (que también los tiene ojo). Hasta ahora el taller ha ido enfocado en que ganaras serenidad tú, en trabajar con lo que tú podías hacer para no gritar, en ver las cosas desde un punto de vista positivo y relativizar las conductas de los niños, en apreciar las característica de los niños y verlas como habilidades para su vida adulta, y en el último ejercicio nos centrábamos en el respeto hacia ti misma y en tus propios límites.
El ejercicio de hoy es muy parecido al de la semana nº4: El agradecimiento aunque el objetivo no es el mismo. En el ejercicio del agradecimiento el objetivo era abrir la mente, centrarnos en los aspectos positivos de la vida y sentir gratitud para ser más felices.
El objetivo del ejercicio de hoy está más enfocado a los niños y en hacer que se sientan tenidos en cuenta e importantes, que en ti.
¿Qué es lo mejor que te ha pasado hoy?
EJERCICIO.
Se trata de que busquéis el momento del día más adecuado para preguntarles a tus hijos qué ha sido lo mejor que les ha pasado en el día, con que se han divertido más o lo que más les ha gustado.
Lo puedes plantear como un juego, explicárselo a los niños y entre todos decidir el momento en que les preguntarás "¿qué ha sido lo mejor del día?". Por ejemplo, en la mesa cuando estéis comiendo, por la noche en la cena, antes de ir a dormir, etc.
También puedes empezar a hacerle esta pregunta como una manera de preguntarle cómo le ha ido el día: cuando salen del colegio, cada vez que hagan una excursión o pasen el día fuera en casa de los abuelos o con algún amiguito....
Después, podemos hacer lo mismo preguntándoles qué ha sido lo peor de día o lo que menos les ha gustado. Una anécdota que me ha ocurrido a mi es que mi peque, cuando le pregunto "qué ha sido lo mejor", sin yo decirle nada me dice primero lo que ha sido lo peor y luego ya me explica qué ha sido lo mejor y suele encontrar varias cosas. jajajaja.
Lo más importante para que este ejercicio tenga éxito y haga sus efectos es que tú escuches atentamente lo que te cuenta y que evites juzgar o dar tu opinión. Los juicios son capaces de matar la expresión en décimas de segundo. No opines sobre lo que ha ocurrido, tan solo escucha y haz preguntas sobre qué ha sentido, qué piensa de la situación, que quiere hacer.
¿PARA QUÉ SIRVE ESTE EJERCICIO?
Pues puede parece que solo para hablar pero mira mira...
Para los niños:
Les hará sentirse importantes y tenidos en cuenta. El sentimiento de pertenencia es el pilar de la disciplina positiva, los niños necesitan saber que son parte importante de la familia y que sus cosas interesan. ¡¿Y quién no?! Con esta pregunta le estamos demostrando que nos interesa lo que han hecho y lo que han sentido cuando lo hacían.
Estareis creando un espacio para la expresión de vivencias y emociones, cuando empiecen a explicar y verbalizar lo que han hecho sin duda saldrá cómo se han sentido y, si no sale, se lo podemos preguntar nosotras. Les estarás diciendo a tus hijos "me interesa todo lo que haces, eres importante para mi". ¿No es bonito? Expresar sentimientos es una magnífica forma de liberar emociones enquistadas y con este ejercicio estaremos enseñando a los niños a canalizar sus emociones acumuladas a través de la expresión verbal.
Adquirirán el hábito de contarte cosas, y aunque en la adolescencia todos pasaran por una racha de no querer contarnos todo lo que les pasa, será mucho más llevadera si saben que pueden contarte lo que les ha ocurrido durante el día sin ser juzgados ni castigados.
Para nosotras:
Es una magnífica manera para practicar la escucha activa, la empatía y el no enjuiciamiento. Si aprendemos a no dar nuestra opinión cuando nos cuenten cosas cómo "lo que más me he gustado es jugar en el patio" podremos contenernos de dar nuestros juicios si un día nos explican que se han metido en un lío.
Al practicarlo con los niños podremos practicarlo casi instintivamente con los demás: amigos, pareja, familia, aumentando así nuestra capacidad de escucha y aumentando la empatía con la persona que nos esté contando un problema.
Este sería un tema muy extenso que no voy a entrar aquí porque no acabaría, en el curso on-line "Atrévete a educar sin castigos" hablo con detalle de este aspecto puesto que la empatía, la escucha activa y el no enjuiciamiento son muy importantes para entendernos con nuestros hijos (¡y con todo el mundo!).
Hasta aquí el ejercicio de hoy. Ana nos cuenta su experiencia y nos habla de la escucha activa y de la importancia que tiene en la comunicación con los peques. ¡No te lo pierdas!
¿Qué te ha parecido? ¿Lo habías hecho antes alguna vez? ¡Me encanta que me cuentes tus experiencias!
¡Muchas gracias por compartir todos los talleres, con eso me ayudas un montón!
¡Hasta la semana que viene!