Pero ya sabes que me muevo mucho por el mundo del Interné y poquito a poco estoy aprendiendo muchas cosas que también te pueden interesar a ti. Así que, al igual que hace un par de semanas inauguré la sección de los viernes dedicada a la tienda, a partir de ahora los jueves hablaré sobre el mundo 2.0. ¿Que te parece? Empecemos, pues.
Y EL BLOG ¿NO FUNCIONA?
Y puedes cambiar la palabra blog por tienda, producto único, curso… lo que quieras. Las personas que normalmente se mueven fuera del mundo online se piensan que es poner algo a la venta o escribir cuatro palabras y directamente puedes dejar de trabajar. Ojalá. Esto cuesta. Y cuesta mucho.
Yo imagino el mundo online como un centro comercial enorme y muy posiblemente cuando empezamos nuestro blog, este está ubicado en una sección apartada y casi sin transito de personas. Así es como empezamos todos ¿verdad? Poquito a poco vamos ganando (muchas veces no significa dinero, sino visibilidad, comunidad…) y nos vamos desplazando a una callecita más céntrica. Y con un poco de suerte, en un tiempo que puede ir de meses a años, a la calle mejor posicionada. ¿Pero como llegamos hasta ahí? Pues trabajando. Y mucho.
Esto no se trata de ir a la oficina de 9:00 h. a 15:00 h., hacer tu faena e irte para casa. Y mañana será otro día. Esto es que te levantas por la mañana y piensas en tu proyecto. Y mientras preparas la comida, piensas en que escribir. Y mientras te estás duchando, piensas en como mejorar esa sección que vale mucho pero a la cual no le estás sacando partido. Y a la noche, ya viendo alguna película y cuando en teoría debes desconectar, piensas que igual deberías conectarte un momentito y poner al día las redes sociales. Y así día tras día. No hay sábados ni domingos.
Y mientras, puede ser que te pierdas por el camino algunos cafés con tus amigas, que dejes libros sin leer, que decidas darte ese baño relajante otro día, que vayas atrasando el momento de ver un capítulo de tu serie… Y lo haces porque estás convencida de que un día todo el esfuerzo habrá valido la pena. O porque recibes un comentario simpático de otra bloguera. O porque cada vez que llega un pedido se te dibuja una sonrisa. O porque recibes mensajes dándote las gracias por el esfuerzo de conseguir el regalo ideal.
Yo antes no lo valoraba. Leía un blog y lo veía fácil. Incluso es posible que en algún momento también dijera la frase de la que tanto me quejo ahora. Pero de todo se aprende. Así que si estás leyendo esto (¡gracias!) tengas o no tengas blog, cuidado con lo que dices porque detrás de unas simples palabras, del producto más sencillo, del curso más básico… hay muchísimo trabajo.
¿Crees que se valora el trabajo que hay detrás de un blog? ¿Crees que las personas que no se mueven en el mundo online entienden el trabajo que hay detrás?
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