El cordón umbilical es la conexión que existe el feto y la placenta. Su función principal consiste en trasladar la sangre y los nutrientes que le transmite la madre al bebé durante la gestación. Se compone de una vena que aporta al feto oxígeno y nutrientes y dos arterias, a través de las cuales, se eliminan las sustancias nocivas que va generando.
Básicamente, sin la existencia del cordón umbilical sería imposible que el feto se desarrollara dentro del vientre de la mujer. Sin embargo, el nexo desaparece en el momento del parto y el cordón se desprende durante la segunda o tercera semana de vida, perdiendo su utilidad para siempre… ¿O no? ¿Tiene alguna utilidad después del nacimiento del bebé? ¿Para qué sirve la sangre del cordón umbilical? En este reportaje, te damos todas las claves.
Por qué es tan importante el cordón umbilical
Los primeros 60 minutos de la vida de un bebé son fundamentales. Cuando el bebé abandona el útero de la madre lo primero que hacen, tanto la matrona como el ginecólogo es comprobar que respira bien. Después, deben cortar el cordón umbilical. El corte se realiza a la altura del canal del parto y desvincula totalmente de forma física al bebé de la madre, por lo que pasa a ser un ser independiente.
Sin embargo, este cordón umbilical tiene una gran utilidad después del parto, ya que la sangre que contiene está cargada de células madre, con gran utilidad médica. Estas células madre luchan contra enfermedades tan graves como la leucemia, la anemia depranocítica, los linfomas y las deficiencias del sistema inmunitario. La sangre de tu bebé es perfectamente compatible con la de tu familia, pero también puede servir para cualquier persona que necesite un transplante o incluso para la investigación médica.
Cómo almacenar la sangre del cordón umbilical de mi hijo
Existen dos formas de almacenar la sangre del cordón umbilical de nuestro hijo: mediante la donación o a través de un banco privado de sangre. Como hemos dicho, la sangre del cordón umbilical es rica en células madre, por lo que, si optamos por una donación estamos dándole a alguien, de forma altruista, la posibilidad de ser tratado en diversas enfermedades como las anteriormente dichas.
Por otro lado, si optamos por un banco privado de sangre, tendremos que pagar una alta cantidad de dinero para que se nos almacenen las células madre de nuestro hijo con el objetivo de poder tratar una enfermedad en nuestra propia familia, ya que es perfectamente compatible. Ambas formas de almacenamiento no suponen ningún riesgo ni para la madre ni para el recién nacido. La sangre se recoge tras el nacimiento del niño, antes de la expulsión de la placenta. El cordón umbilical se desinfecta, dejando caer la sangre de una de las venas en la bolsa de recogida, sin alterar ni interferir el proceso del parto.
Qué características debemos cumplir
Cualquier embarazada sana con embarazo controlado y sin antecedentes de enfermedades transmisibles puede ser donante. Se precisa una historia clínica detallada de la madre para detectar la existencia de cualquier enfermedad hematológica o de cualquier otro tipo.
Además, durante el parto se realiza un nuevo análisis de sangre para descartar un proceso infeccioso que pudiera ser transmisible a la sangre del cordón umbilical. Por último, se realizará un examen clínico del bebé después del nacimiento y, opcionalmente, después de tres meses que se realiza a través del pediatra y nos garantiza, además, que el bebé está perfectamente.
¿Compensa optar por un banco privado de sangre?
Es una decisión muy personal, además de un tema muy controvertido. El coste de un banco privado es muy elevado y la probabilidad de que tu familia utilice la sangre es muy pequeña, a menos que exista previamente un historial familiar de una enfermedad que pueda ser tratada a través de las células madre.
Es muy poco probable que tu hijo reciba un tratamiento con sangre de su propio cordón umbilical. La mayoría de enfermedades infantiles en las que las células madres pueden ser eficaces tienen una base genética. Si tu hijo llega a padecer una de estas enfermedades, la sangre de su cordón no le ayudaría ya que contendría igualmente los componentes genéticos que han causado la enfermedad. Algo que ocurría, por ejemplo, con la leucemia.
Además, la sangre del cordón del bebé no suele contener suficientes células madres como para tratar a una persona que pese más de 45 kilos. Aún no se ha conseguido aumentar la cantidad de células madre presentes en la sangre umbilical. Sin embargo, se han logrado transplantes con éxito que combinaban dos o tres unidades de sangre umbilical no compatibles. A pesar de todo, la decisión sólo le corresponde a los padres, por lo que podéis meditar despacio durante el embarazo si vais a hacer o no algo con la sangre del cordón umbilical.
Agradecimientos: riyadconnect.com, wisdomandbirth.blogspot.com, what-is-cord-blood.blogspot.com, cnn.com, biovaultfmily.com