Como madre, en ocasiones siento que debería dedicar más tiempo a mis hijos. Al ser la persona que más tiempo pasa con ellos, tenemos muchos ratos de "vacío" en los que, simplemente, no hacemos cosas juntos. Ellos por su parte, me reclaman para que juegue y les dedique tiempo, todo el tiempo si es posible. A veces me hacen un poco de chantaje emocional diciendo que siempre estoy trabajando o haciendo otras cosas en lugar de jugar con ellos. De hecho no recuerdo la última vez que me sentí aburrida jajajaa
Hemos incorporado como un mantra vital que el tiempo es oro y un minuto sin hacer nada, es un minuto perdido. Nuestros hijos, que aprenden por imitación, sienten lo mismo. Están acostumbrados a tener siempre a alguien que les estimule y les entretenga. Hasta los cumpleaños se celebran en parques infantiles con animadores, pintacaras y no se sabe cuántas cosas más para que estén entretenidos de principio a fin, no vaya a ser que se aburran.
Sin embargo, esta hiperactividad nos aleja del aburrimiento, un estado natural e imprescindible para el desarrollo mental. Según algunos estudios sobre el aburrimiento en la infancia, este estado les permite:
- desarrollar su imaginación y creatividad para generar nuevas formas de entretenerse
-les ayuda a ser más resolutivos ya que deben buscar una solución por sí mismos al "problema" del aburrimiento
- estimula su capacidad de innovación para crear nuevos juegos y actividades a partir de elementos ya existentes en su entorno.
¿Cómo dejar que se aburran sin caer en la culpabilidad?
Aun conociendo sus beneficios y por muchas cosas que nos gustaría hacer en esos ratos sin ellos, resulta casi inevitable sentirse culpable por no entretenerlos. Más aún si no estamos haciendo nada (algo que también es necesario para nosotras).
Para poder dejar esos espacios en blanco sin sentirte mal, prueba estos consejos:
explícales que a partir de hoy, todos los días vais a tener unos minutos a solas, cada uno a sus cosas. Empieza con períodos más cortos y ve aumentando cada semana cinco o diez minutos. Puedes animarles diciendo que ya son mayores para tener esos ratitos, que pueden aprovechar para descansar, jugar, ver cuentos...
no cedas a sus peticiones: aunque al principio se pongan pesados, no cedas a sus peticiones ni recurras a la televisión o los videojuegos para tener tu momento. Se trata de que ellos aprendan a encontrar entretenimiento por sí mismos, sin ayuda externa.
Establece una rutina de mimos: igual que tienes una rutina de cenas o baños, establece una rutina de mimos. Un momento del día en el que puedas dedicarles toda tu atención, mimaros entre vosotros o escuchar con todos tus sentidos sus historias del cole. Les será más fácil asimilar la idea de que cada cosa tiene su momento en el día.
Se flexible: aburrirse es bueno pero no es obligatorio ni debe percibirse como algo negativo. Si un día no es posible ceñirse al plan, quizá sea un buen momento para salir a pasear y oxigenar la mente, o simplemente tumbarse en el sofá abrazados. Aburridos pero juntos ;)
Y a los adultos, ¿en qué nos beneficia el aburrimiento?
Como madre primero y emprendedora después, he vivido muchos años sin espacios en blanco. Ni uno. Pasando de una actividad a otra, siempre con algo que hacer y afortunadamente, casi siempre cosas que quería hacer. Sin embargo, también nosotras necesitamos momentos de no hacer nada. Tanto si te gusta todo lo que haces a lo largo del día como si no, la mente se merece descansos por muchas razones:
- al igual que descansas tu cuerpo después de ir al gimnasio para recuperar la energía, tu cerebro necesita reponerse del esfuerzo dedicado a tomar decisiones, aprender cosas nuevas, y en general, responder a todos los estímulos del día.
- Tener momentos de inactividad te ayuda a liberar estrés y descargar tensiones que pueden llegar a afectar a otras partes de tu cuerpo, como la espalda, el cuello, la cabeza...
- cuando estás sin hacer nada durante unos minutos, tienes la posibilidad de pensar en ti, en cómo te sientes, qué necesitas... algo súper importante para tu autoestima y bienestar general. Es una buena oportunidad para tomar decisiones desde la calma.
- ¡También despierta tu creatividad! No solo en el sentido literal de crear algo nuevo, sino también en el sentido de cambiar rutinas, crear nuevos hábitos... hacer las cosas en tu día a día de forma diferente y más acorde con tus deseos.
Como ves, el aburrimiento tiene muchos beneficios para ti y tus peques. No debemos tenerle miedo ni sentirlo como una pérdida de tiempo, ¡nada más lejos de la realidad! Identifica este estado de ánimo y aprende a manejarlo en tu beneficio. Ya verás qué cambio ;)
Y tú, ¿cómo vives el aburrimiento en casa? ¿tiene su espacio o huyes de él?
¡Un abrazo!