Hace al menos 6 o 7 años recibí una publicidad (no recuerdo bien de qué era) con un mensaje muy claro: "Rocío, tus deseos pueden ser una historia con final feliz". Por aquel entonces yo estaba en la búsqueda de un segundo bebé y me aferraba a aquella frase que, incluso, recorté y colgué en la nevera (aún sigue). El bebé nunca llegó pero nunca he dejado de soñar. Y ya no con ese segundo hijo, sino con proyectos de familia, personales y profesionales. Y he conseguido que si la historia de mi vida terminase hoy, tendría un final feliz, porque soy muy feliz.
Nunca hay que dejar de soñar, desear y amar. Un día soñé que tendría un coche nuevo y hoy estreno coche. Nuevo, nuevo no. De segunda mano. Pero nadie dijo que hay que estrenar para ser feliz.
Os deseo un maravilloso fin de semana. El mío, seguro, lo es.
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