Este amor mío por los zapatos es tan grande que no podía quedármelo sólo para mí, así que en los cromosomas que yo aporté en el mapa genético de Bubú y Piruleta metí - de estrangis y sin que su padre, o sea Marido, se enterara - un poquito de esta afición que me corre por las venas y que, visto lo visto, es muy probable que mi madre me contagiase a mí.
Claro, hasta aquí todo muy bien, de no ser porque desde hace cuatro años, con especial incidencia en este último (por las edades de las criaturas, básicamente) hemos acumulado una cantidad ingente de zapatos infantiles que si a Marido le diera por traducir en dinero, igual teníamos un disgusto.
Porque amigas mías, esto va así. 60 eurazos en unas bailarinas para nosotras nos parece un atropello y una locura, pero si son para nuestros cachorrillos, buenovaletabién. Así somos las madres, pura abnegación y sufrimiento. Y tontas de remate, porque a fin de cuentas, mal se tiene que dar la cosa para que tú cambies de número de pie, pero a los enanos éstos... ¡les crece el pie por las noches!
En estas reflexiones me hallaba yo - bueno, en estas y buscando como loca unas pascualas que pudiera comprar conservando al menos uno de mis riñones - cuando vino a mí una especie de paraíso terrenal, un edén cibernético, un oasis virtual... ¡PISAMONAS!
www.pisamonas.es
Pisamonas es una zapatería con tienda física en Madrid (Calle Monasterio de Samos, 11, Montecarmelo), que se ha lanzado a la venta en internet, consiguiendo así más de 25.000 clientes. Este volumen de negocio le permite tener unos precios fabulosos, ofreciendo una calidad excelente.
¿Y por qué me gusta tanto Pisamonas? Pues os cuento. En primer lugar, todos los zapatos son de fabricación nacional, vamos, made in Spain. Que sí, que está muy bien la apertura a otros mercados, la internalización y todo lo que tú quieras, pero chica, yo no me fío de poner en los piececillos de mis niñas zapatos made in Taiwan, llamadme rara.
Por otro lado, son zapatos de piel, por dentro y por fuera, que tienen tacto de piel y que huelen a piel. Porque no sería la primera vez que he abierto una caja de zapatos y he perdido tres meses de vida por respirar hidrocarburos puros.
Otra ventaja que tiene comprar en esta web es que no hay gastos de envío, ni de devolución. Nunca. Y sin pedido mínimo. Es decir, tú puedes pedir unas merceditas de 13,95â?¬ (sí, de 13,95â?¬, ¿cómo te quedas?) del 26 y si resulta que tu princesa del guisante se le han puesto los pies de Fiona la de Shrek en lo que te ha llegado el pedido (de 3 a 4 días, aunque a mí siempre me llegan a las 48h), pues las devuelves, te mandan otras del número correcto y tan amigos. Y sin que te cueste un duro. Aunque para ayudarte a que aciertes con el número, en su web puedes encontrar una tabla de equivalencias entre medidas y tallas.
En cuanto a la variedad de zapatos que tienen... una barbaridad. Desde zapatos para bebé a algunos modelos para las mamás, niños, niñas... incluso puedes comprar calcetines y leotardos Cóndor a unos precios buenísimos. Algunos de mis favoritos son estos
Merceditas de serratex y terciopelo (15,95â?¬ y 13,95â?¬)
Zapatito inglés (33,95â?¬) y botas de agua (29,95â?¬)
Pascualas en piel, ante y charol (de 35,95â?¬ a 37,95â?¬)
Claro, con estos precios, esta variedad y este servicio, comprenderéis que cada vez que le digo a Marido "voy a ver una cosilla en intenné", pues el muchacho se me pone de los nervios. Porque estamos hablando de que entre Bubú y Piruleta pueden atesorar más de cien pares de zapatos desde que nacieron. Sí, habéis leído bien, más de cien pares de zapatos entre dos niñas de cuatro y tres años.
Así que si estáis tan locas como yo, o si simplemente queréis comprar zapatos de buena calidad, bonitos y a buen precio, no dejéis de mirar en www.pisamonas.es
Nota bene
Este post está escrito con la única intención de compartir opinión y experiencia sobre la que considero una estupenda tienda online. No se trata de una entrada patrocinada, ni de publicidad, ni de opinión pagada. Se basa en mi experiencia de compra en dicha web.