La imagen es cuestión, es la de un bebe con un cigarro encendido en la boca, mientras la “orgullosa” dueña de la cuenta de IG (choni-prima del bebe) escribe: “Amoos ella que dispuestaa fumando ya y too con un añoo..”. No os voy a poner la imagen por no darle más bombo y porque esa criatura no tiene culpa de nada, pero imagino que llegará a vuestras pantallas en breve (si no ha llegado ya).
Al verlo y leerlo, lo primero que pensé fue: ¡oh-my-god, vaya una choni irresponsable de mierda!, y un sinfin de maldiciones y hostias mentales que le daría a esa tía en ese momento.
Como cabía esperar, al cabo de un rato la foto se hizo viral y muchos miles de comentarios aparecieron, liándosela parda en la foto y etiquetando a la policia. No se si a la tipa esta le molaba el rollo de la fama o qué (¿quizá una puerta a MHYV?), el tema es que a las tantas de la noche, y mientras escribía este post, la foto seguía colgada.
El caso es que pensando en todo esto, y tratando de imaginarme la situación en la que se produjo semejante barbaridad, me di cuenta de una cosa: Mi hija podría haber sido la protagonista de esa misma foto. Quizá no con un cigarro encendido, pero igual si con un botellín de cerveza o con una copa de vino en la boca. No os asustéis, yo no le doy de beber (ni de fumar), pero cierta parte de la “sociedad popular” es muy dada, en ciertos eventos o fiestas a “hacer la gracia” de acercarle a un bebe una copa de vino a la boca para ver cuanto le mola o de darle a un niño un culillo de cerveza o un vaso de sidra porque “no pasa nada” y porque les resulta muy gracioso.
Bueno, pues a mi no me hace ni puta gracia. Nunca se la he visto. Me parece de un desagradable acojonante. Y no es que me ponga dramática con estas cosas, que yo bebo y fumo como la que mas, es que considero que a los niños no hay que mezclarlos con ciertas cosas. Y no lo permito, con mi hija no. Pero si que lo he vivido en alguna ocasión y me pone de muy mala leche. Porque no entiendo donde le ven la gracia, igual que tampoco entiendo la gracia que les hace (a esta misma gente), que un niño pequeño diga tacos o insulte a alguien.
Y una cosa es que un niño coja un cigarro o un vaso y se lo ponga en la boca, que puede tener su aquel por la ocurrencia. Y otra muy diferente es que un adulto se lo ponga en la boca para que el resto del personal se ría y disfrute del espectáculo.
Así que, desde aquí nuestro blog, invito a toda esa sociedad popular a coger sus cervezas, vinos y copas y metérselas por las zonas traseras, que a mi las exploraciones anales me hacen también mucha gracia.
No se a vosotr@s, pero a mi me sacan de mis casillas estas cosas. ¿Y a vosotr@s?