La sordera infantil, médicamente conocida como hipoacusia, es la falta de audición total o parcial. Es uno de los problemas que más pueden afectar a un niño, pues conlleva graves riesgos como la ausencia de lenguaje, por ejemplo. Para evitarla, debemos observar a nuestros hijos desde bebés, ya que si es parcial podremos encontrar algún tipo de solución. La detección es fundamental.
La sordera infantil no solamente afecta al niño, su extensión abarca a todas las personas que le rodean. Podemos detectarla cuando hacia el año de edad no escucha los sonidos o no sabe responder a su nombre. A los dos años, el problema se complica y podremos observar que nuestro hijo no es capaz de pronunciar frases simples. ¿Qué causa la sordera? ¿Cómo podemos combatirla? En este reportaje, te damos algunas claves.
Causas de la sordera infantil
Aproximadamente, 3 de cada mil niños nacidos son sordos. En la mitad de los casos, las causas están relacionadas con un problema genético o hereditario (los casos más graves), por lo que es fundamental informar al pediatra si existe algún caso de sordera en la familia.
Otras causas pueden ser infecciones intrauterinas o los efectos secundarios de algún medicamento que hayamos podido tomar a lo largo de la gestación. Por eso es tan importante saber bien qué tomamos y consultar siempre con los especialistas porque, muchas veces, lo que hacemos durante el embarazo repercute para siempre en la vida de nuestros hijos. La sordera, puede producirse también después de los dos años de edad, a causa de una grave otitis, una meningitis o traumatismo craneoencefálico grave.
Diagnóstico de la sordera infantil
Como hemos dicho, la observación de los padres es fundamental para su precoz detección. Se puede llegar a diagnosticar en los 3 primeros meses de vida. Ante cualquier factor de duda debemos acudir rápidamente al pediatra, el mismo determinará su tratamiento para permitir el mejor desarrollo posible de su lenguaje e integración, para mejorar todas sus capacidades sociales y que en el futuro pueda adaptarse como cualquier otro niño sin problemas.
El tratamiento se realizará con la colaboración del pediatra, otorrino, logopeda y psicólogos. Pero no te asustes porque tu hijo vaya a sufrir demasiadas pruebas médicas, puede llegar incluso adquirir cierto sonido parcial.
Implantes cocleares
Existen grandes avances dentro de la sordera infantil. Un ejemplo son los implantes cocleares, dispositivos electrónicos que pueden ayudar a las personas a escuchar ciertos sonidos. Tienen una función diferente al audífono, no restablecen la audición normal, pero proporcionan a los niños sordos una comprensión de los sonidos ambientes e incluso del habla.
Estos implantes estimulan el nervio auditivo, evitando la zona del oído dañada, por lo que también requiere un aprendizaje, un pequeño esfuerzo que puede mejorar bastante la calidad de vida de aquellas personas afectadas por sordera. Lo más adecuado es realizar el implante lo más pronto posible, este dispositivo puede darles la capacidad de conversar sin necesidad de leer el lenguaje de los signos.
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