Hola, ¿qué tal habéis empezado el verano?. Hoy quería enseñaros tres recetas para iniciar a vuestros hijos con la fruta, aunque antes de empezar me gustaría decir que yo no soy pediatra, ni nutricionista, ni nada parecido. Sólo soy madre de Mateo de 6 años y de Martín de 10 meses y voy a contaros un poquito como hemos hecho en casa la introducción a la alimentación complementaria.
Cuando nació Martín, no me sentí una madre más sabia por ser mi segundo hijo. De hecho, me sentí una primeriza en muchas cuestiones. Sin embargo, el haber pasado por determinadas situaciones antes, te da algo de experiencia y yo en el caso de la alimentación me he propuesto firmemente no caer en los mismos errores.
Mi hijo mayor es un poco complicado para comer: no disfruta comiendo, se aburre, todo se le hace bola. Cada vez ha ido reduciendo más los alimentos que le gustan y en el caso de la fruta, ya no le gusta ninguna. Siendo honesta, creo que en parte ha sido culpa mía, pero como he dicho antes, no quiero volver a equivocarme y esta vez he estado estudiando mucho para conseguir que con Martín todo sea diferente.
Siempre se dice que los niños son esponjas con una gran capacidad para aprender. Esa afirmación también se puede llevar al terreno de la comida. Ahora bien, esos hijos receptivos necesitan de unos padres comprometidos que se esfuercen en enseñar al niño el maravilloso mundo de los sabores.
A partir de los seis meses, es el momento de introducir los primeros alimentos. Estos deben ser fáciles de digerir y con poca probabilidad de producir una reacción alérgica. No hay que ir con prisa, tenéis que probar y adaptaros al paso de vuestro bebé. Quizás este es un paso un poco tedioso: el bebé no come mucho, su alimento principal sigue siendo la leche y hay que ofrecerle el mismo alimento durante dos o tres días seguidos para descartar cualquier tipo de alergia. Tranquilos que sólo es una etapa, que pasa pronto.
Pasada esta primera fase inicial, es cuando llega nuestro momento: el niño ya conoce una serie de ingredientes que nos permiten preparar recetas más interesantes y que marcarán el inicio de una etapa de descubrimientos gustativos. Las recetas de hoy, extraídas del libro Las mejores recetas para bebés y niños pequeños de Annabel Karmel, son un buen inicio.
MELOCOTONES, MANZANAS Y PERAS
Algunos pediatras recomiendan no introducir las frutas de pelo (melocotón, kiwi y fresas) hasta una edad más avanzada. Podéis hacer la receta sólo con manzana y pera o introduciendo otra fruta de vuestra elección.
Ingredientes:
- 1 manzana (pelada y cortada en trozos sin semillas)
- 1 melocotón (pelado y cortado en trozos)
- 1 pera (pelada y cortada en trozos sin semillas)
- 1 vaina de vainilla
- 1 cucharada de agua
Preparación:
1. Poner la manzana en un caldero. Abrir la vaina de vainilla, raspar las semillas y ponerlas en el caldero. Añadir la vaina y el agua, y dejar cocer durante 5 minutos tapado y a fuego lento.
2. Añadir el melocotón y la pera, y dejarlo cocer durante 3 minutos más.
3. Retirar la vainilla y triturar.
AGUACATE CON PLÁTANO O PAPAYA
Es muy sencilla de preparar. Además, lleva aguacate que es una fuente muy sana de energía. Martín se lo come en tostada sobre pan sin sal y le encanta.
Ingredientes:
- 1/2 aguacate pequeño
- 1/2 plátano pequeño o 1/4 de papaya
Preparación:
Retirar la pulpa del aguacate y chafarlo con un tenedor o batidora junto con el plátano o la papaya hasta que se convierta en una mezcla homogénea. Como se ve en la foto, yo simplemente lo escaché un poco porque los ingredientes son tan suaves que es una receta perfecta para iniciar a los niños en otras texturas que no sean tan trituradas.
Hay que comerlo enseguida porque el aguacate se ennegrece muy rápido.
OREJONES DE ALBARICOQUE CON PAPAYA Y PERA
Las frutas secas pueden introducirse en pequeñas cantidades porque aunque son nutritivas pueden resultar laxantes. Los orejones de albaricoque son ricos en betacaroteno y hierro y combinan con muchas frutas frescas. También son buenos mezclados con yogur.
Ingredientes:
- 50g. de orejones
- 1/2 papaya (pelada, sin semillas y troceada)
- 1 pera (pelada y cortada en trozos sin semillas)
Preparación:
1. Poner los orejones en una cacerola cubiertos con agua. Llevarlos a ebullición y dejarlos cocer a fuego lento hasta que estén blandos (8 minutos más o menos).
2. Hacer una papillas con todos los ingredientes.
Espero que os hayan gustado las recetas y os sirvan para convertir a vuestros hijos en futuros sibaritas.
Recomendaciones:
Un método: Mi niño no me come, Carlos González.
Un libro: Mi libro de recetas para bebés, Jenny Carenco
Un blog: Lullaby Diaries
Un Instagram: Juan LLorca