Con mi hija nos hemos jugado un millón de juegos, fáciles, divertidos y que han hecho que cada vez seamos más cercanas.
Les cuento algunos, unos son clásicos y otros son más clásicos todavía, pero daño no nos hace que nos recuerden que son posibles y divertidos.
1. Las escondidas
Oh sí! ¿No se acuerdan lo divertido que era tratar de no reírse debajo de la cama o dentro de algún armario, hasta que alguien te encontraba??!! Y no importa si los chiquitos se esconden pésimo, por decirlo leve. La mía me dice “mami, me voy a esconder aquí, búscame!” (señalando atrás de una cortina transparente que le cubre solo hasta la cintura!) – me toca hacerme la loca y pasearme por la casa “buscándola”, y cuando la encuentro le llega su merecido ataque de cosquillas.
Y luego me toca esconderme a mí, pero no tan bien como sé que es posible para que me logre encontrar y sienta que ha ganado algo.
2. Dibujos enormes
Los niños no están buscando un espacio profesional para pintar, ni los materiales exactos para que funcione, ellos quieren manchar, crear, dibujar cualquier cosa. Yo forro el piso de la cocina con papel periódico y masking en las esquinas y saco todo lo que tenemos: marcadores, lápices, acuarelas, tizas, crayones, tintas, pintura de pared en base de agua, todo vale! Y nos sentamos sobre el papel y a hacer locuras se ha dicho. Pintar en conjunto es hermoso, no buscamos la perfección, ni siquiera formas definidas, solo hacer, deshacer, PINTAR. Uno de sus cuadros muy a lo Pollock está decorando nuestra sala =)
Y sí, algo se manchará y no se podrá limpiar, pero quien nada arriesga, nada gana!
3. Disfrazarnos
No, no estamos muy grandecitas para hacerlo. Yo me he puesto mi vestido de graduación, los vestidos de fiesta, o ropa de playa y nos hemos ido a lugares en nuestra imaginación que ni les cuento. Una vez nos fuimos a la playa en un día de lluvia y relámpagos, prendimos una luz fuerte en la sala con la chimenea prendida y “nos asoleamos” a la luz de la lámpara. Hicimos un picnic en el sofá y dimos de comer a las focas (unos patitos de la ducha).
4. Cocinar
Mi pequeña chef no sabe nada de cocina, pero quiere hacer todo! “Yo pongo, yo mezclo, yo hago, yo doy la vuelta, yo rompo, yo corto”, y ha hecho todo eso. Hemos hecho brownies, tortas, sándwiches, huevos revueltos, de todo. Ella con tal de ayudar es feliz. A veces le doy un bowl con harina y huevo para la masa y ella mezcla, la mitad termina donde no debe, pero la otra mitad puede ser una deliciosa receta improvisada =)
Pero también pueden ser de plastilina!!! ñam!!!
5. La doctora, la tendera, la enfermera, veterinaria, pintora…
Cualquier profesión vale para que dejen volar la imaginación; y una, como mamá, termina siendo paciente, perrito, cliente, vecina, serpiente o lienzo. Solo hay que meterse en el papel y que los niños nos lleven a mundos mágicos que solo ellos conocen.
6. La carpa
Si alguien no construyó una carpa o un fuerte en la sala, creo que puede darse la vuelta y hacerlo en este momento! Es lo más divertido que recuerdo de cuando era niña, todos los cojines al piso, las mesas y las sillas arman los postes para el techo, adentro metes tus tesoros y comida! Para mí lo más difícil fue dejar de tener miedo al desorden, una vez que lo hicimos no hay vuelta atrás, un castillo de almohadas de 3 pisos es nuestra meta!
O una caja!!! y listo…
7. Música
Oír, tocar, improvisar, armar una banda en la que uno es el cantante o el manager, y tu baterista tiene 3 años! Hacer videos de la hazaña musical (casi siempre el ritmo es lo que falta, pero no se le extraña). Gracias “Papá Noel”/Emiliano =)
8. La lectura
Y siempre, siempre está la lectura.
Si tienen algún otro juego me encantaría que lo compartan, siempre es bueno tener en el repertorio algunos juegos o actividades que nos permitan estar con nuestros hijos y pasarla bien.
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