Cuando un niño o niña es manipulado para imponerle una actividad sexual, con o sin violencia, por parte de una persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea por su edad, madurez o poder de persuasión.
Hablar de abuso sexual no implica una violación, o tocamientos, también se considera abuso cuando se manipula a un menor con fines pornográficos, como fotografías, obligar a ver, hablarles de temas obscenos ya sea en persona o a través del teléfono o de Internet.
Es un problema presente en la sociedad, que va en aumento y se da en cualquier estrato social. Es necesario que deje de ser un tema tabú y se debe hablar para preparar de forma adecuada a los niños, para que sepan comprender cuando están en una situación que no es normal.
La Fundación RANA (Red de Ayuda a Niños Abusados), trabaja desde el 2005 para la prevención del abuso sexual infantil, pero es una tarea muy difícil ya que las victimas de abuso no lo dicen o no se les cree. Es necesario que los adultos tomen conciencia del tema, que preparen a los más pequeños a hacer frente y reconocer situaciones anormales para hacerse respetar y pedir ayuda ante cualquier forma de maltrato o abuso.
Señales de alarma
Teniendo en cuenta que por lo general no dicen si han sufrido abuso (un 2% lo hace), y un 10% presenta signos de violencia física, los indicadores o señales de alarma no son garantía del que menor sufra abuso, puede ser indicador de otra situación.
De todos modos debemos estar atentos a la observación de las diferentes señales y a los cambios bruscos que sufran los niños.
Estas son algunas señales de alarma:
Dificultad de caminar o sentarse
Pérdida del apetito
Resistencia a cambiarse o ducharse
Conducta regresiva (mojar la cama, chuparse el dedo)
Conducta autodestructiva
Llanto antes situaciones afectivas
Miedos o fobias (oscuridad, a los hombres, padre, madre)
Agresividad, fuga o acciones delictivas
Picazón o hinchazón, dolores, golpes o quemadura en la zona de los genitales
Trastornos del sueño
Enuresis
Enfermedades de trasmisión sexual
ropa interior manchada, ensangrentada y rasgada
Cómo actuar
Como hemos visto es muy bajo el porcentaje de menores que cuentan que han sufrido abuso sexual, así que en caso de que el niño os cuente jamás deben poner en duda lo que les ha dicho. Debemos hacerle sentir que estamos agradecidos por la confianza y por decir la verdad.
Debemos respetar su tiempo, no acosar a preguntas por lo tanto lo más recomendable es ir a un profesional, el sabrá actuar de forma correcta.
La mejor forma de proteger al menor es denunciar a las autoridades, así nos aseguraremos que no volverá a suceder.
Perfil de un agresor sexual
No existe un perfil específico, si se sabe que:
75% son familiares de la victima, 20% del entorno familiar y un 5% desconocidos.
86% son hombres y un 14% mujeres.
La media de edad es de 26 años, con un rango de 16 a 36 años.
Aprovechándose de la autoridad, el primer contacto es el de seducción del menor, atraerlo siendo cariñoso. Les manipulan, con regalos generando un sentimiento de deuda. Se produce el abuso y el agresor pide que el menor guarde el secreto, si el niño se muestra indeciso el agresor recurrirá al chantaje. Y muchas veces a amenazas verbales y/o físicas.
Los agresores sexuales son tan convincentes que pueden que hagan dudar hasta a su victima. Pero debemos tener en cuenta que no es normal que un niño mienta en una cosa así ya que por su corta edad en normal tener un desconocimiento en temas sexuales.
Cómo proteger a nuestros niños
Fuente: este post proviene de TODO PARA NANOS, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
