19 de noviembre, Día Mundial contra el abuso infantil
Muchas son las consecuencias de un niño abusado: desde un sentimiento exagerado de miedo, autolesiones, consumo de alcohol y drogas o temor al sexo. Sin duda, una experiencia traumática que repercute negativamente en el estado físico y psicológico de las víctimas.
Un crío agredido queda marcado de por vida y suele arrastrar las secuelas a la edad adulta. Para evitar que esto siga ocurriendo es necesario que tanto Gobiernos como organizaciones protejan a nuestros más pequeños contra toda forma de abuso infantil, ya sea abandono, explotación, violencia o discriminación.
Una sociedad desarrollada como la nuestra no puede mirar para otro lado, los cómplices también tienen la culpa. No solo abusa el que maltrata, sino también las personas que lo saben y deciden no actuar. Por eso hoy, Día Mundial contra el abuso infantil, yo no me callo más, ¿y tú?
Recursos y teléfonos para víctimas de abuso sexual infantil.